La familia del dictador español Francisco Franco enterrará sus restos en la cripta de la catedral de la Almudena, en Madrid, si finalmente se procede a la exhumación de su cadáver del Valle de los Caídos, el polémico complejo monumental donde está sepultado desde su muerte en 1975.
Así consta en el escrito de alegaciones, al que tuvo acceso Efe, por el que los nietos de Franco se oponen a la exhumación de su abuelo, cuyo régimen militar gobernó España desde 1939 hasta su muerte.
Construida entre los años 1879 y 1993, la catedral de la Almudena se encuentra en pleno centro de Madrid, junto al Palacio Real, y en ella está enterrada la única hija del dictador, Carmen Franco Polo, fallecida el 31 de diciembre de 2017.
El escrito señala que en caso de que la exhumación se produjese, “deberá procederse a la inmediata entrega del féretro” a su familia en la propia basílica del Valle de los Caídos para “que ésta, previas las honras fúnebres y oficios religiosos correspondientes, proceda a darles cristiana sepultura en la cripta de la catedral de la Almudena de Madrid, donde disponen del correspondiente derecho de inhumación”.
El Parlamento español aprobó el pasado 13 de septiembre la exhumación de los restos del dictador para poner fin a una situación que el Gobierno calificó de “atroz anomalía”.
Con su votación, la mayoría de los diputados (grupos de izquierda y nacionalistas) convalidó el decreto aprobado en agosto pasado por el Gobierno que preside el socialista Pedro Sánchez, en cumplimiento de una de las promesas que hizo al asumir el ejecutivo en junio pasado y para dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica.
La familia del dictador siempre se ha mostrado en contra de la exhumación de Franco ya que consideran que se quiere llevar a cabo “en contra de la voluntad de sus descendientes”.
Asimismo, rechaza la forma legal elegida por el Gobierno, un decreto ley, ya que, asegura, “sólo cabe dictarse” en los casos de “extraordinaria y urgente necesidad”.
La Guerra Civil (1936-1939) y, sobre todo, la dictadura de Franco son motivo constante de controversia en España tras cuarenta años de democracia.
Las reivindicaciones a favor y en contra de esa figura y de su proyección política por diversos grupos van desde las reclamaciones para encontrar los restos de miles de desaparecidos durante la dictadura a otros como la polémica sobre mantener o no los símbolos de ese régimen militar que todavía persisten en algunos lugares.
El mayor de esos símbolos, el Valle de los Caídos, se ubica en la sierra madrileña, a unos 50 kilómetros al norte de la capital española, cerca de la localidad de San Lorenzo de El Escorial.
Construido entre 1940 y 1958 por presos republicanos que hacían así trabajos forzados, acoge los restos de miles de víctimas de la guerra civil, tanto del bando franquista como de la República, que en 1936 era el sistema político legal en España.