El director para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos aseguró que la reciente victoria de la oposición en el estado Barinas supone un “pequeño pero satisfactorio impulso para muchos venezolanos que esperan una solución pacífica y democrática” en la nación
El director para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, Geoff Ramsey aseguró este lunes que la reciente victoria de la oposición en el estado Barinas, cuna de Hugo Chávez, supone un “pequeño pero satisfactorio impulso para muchos venezolanos que esperan una solución pacífica y democrática” en la nación caribeña.
En un análisis compartido en el blog Venezuelan Politics And Human Rights, Ramsey señaló que las decisiones que tome Estados Unidos en el siguiente año podrían afectar el actual escenario que enfrenta Venezuela.
“Aunque Estados Unidos no puede resolver unilateralmente la crisis de Venezuela, es un actor esencial en la búsqueda multilateral de una solución (…) La Casa Blanca expresa su apoyo a eventuales negociaciones, pero no utiliza activamente la influencia existente para cambiar los incentivos del régimen, manteniendo esencialmente la actual estrategia de máxima presión”, detalló.
Resaltó que a pesar de las sanciones impuestas por la comunidad internacional, la Administración de Nicolás Maduro ha “aprendido a adaptarse y no ve ninguna señal de alivio sobre la mesa, percibe pocos incentivos para participar en las negociaciones”.
En este sentido indicó que Maduro se ha centrado en hacer “concesiones puramente simbólicas”, además de insistir en condiciones para las negociaciones con la oposición en México, como pedir la liberación del empresario colombiano Álex Saab.
Sin embargo, Ramsey destacó que la dirigencia opositora ha perdido la credibilidad y el apoyo del pueblo venezolano y la comunidad internacional, en medio de la polémica por la administración de los activos en el extranjero como el caso de Monómeros en Colombia.
“Continúa la represión por parte del gobierno, incluyendo crímenes de lesa humanidad como encarcelamiento arbitrario, tortura, violencia sexual y persecución por motivos políticos. La sociedad civil independiente sigue resistiendo, y se mantienen espacios de innovación democrática no violenta, pero siguen siendo perseguidos y amenazados por el gobierno”, agregó.
De igual manera, aseveró que la investigación de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre presuntos crímenes de lesa humanidad cometidos en el país desde el 2017 “continúa a buen ritmo». No obstante, recordó que el pasado mes de diciembre el gobierno hizo “cambios cosméticos” en las reformas judiciales como la reducción del número de jueves en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Ramsey también referencia a la crisis humanitaria en Venezuela que ha provocado que más de 6 millones de ciudadanos abandonen la nación. “El número de migrantes y refugiados venezolanos sigue creciendo, y se estima que 8 millones de personas en toda la región y las comunidades que los acogen necesitan asistencia”, según datos compartidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“La respuesta regional de la ONU se centrará más en las necesidades a largo plazo de los migrantes y refugiados, y los gobiernos regionales podrían adoptar más políticas relacionadas con la regularización y la integración socioeconómica, pero el nivel de necesidad seguirá siendo terrible”.
Ramsey advirtió que los migrantes y refugiados venezolanos seguirán viéndose afectados por el impacto de la pandemia del coronavirus, una situación que, según dijo, podría provocar que muchos “tengan que huir de nuevo”.
“Los venezolanos constituirán un porcentaje cada vez mayor de los migrantes que lleguen a la frontera entre Estados Unidos y México”, dijo al tiempo que enumeró cuáles serían los peores escenarios durante el 2022 para la nación.
¿Cuáles son los escenarios para Venezuela en 2022?
Como primer punto mencionó la política de Estados Unidos, cuyo gobierno dijo no “promueve significativamente las negociaciones”, como lo hizo la administración del expresidente Donald Trump.
“Nuevas sanciones sectoriales podrían agravar aún más la escasez de combustible en el interior del país, y desbaratar las previsiones de un modesto crecimiento económico. En el peor de los casos, podríamos ver el regreso de la retórica de «todas las opciones sobre la mesa» en Washington, que solo contribuyó a las divisiones de la oposición y unificó a los miembros del círculo íntimo de Maduro contra una amenaza común”.
En segundo lugar se encuentra la aplicación más estricta de una normativa que pretende restringir la disidencia en los espacios cívicos. Como alternativa, Ramsey acotó que la Asamblea Nacional (AN) “podría aprobar una propuesta de «Ley de Cooperación Internacional» que impondría restricciones adicionales a las organizaciones que reciben apoyo internacional”.
“Sin un apoyo internacional continuado, el mandato de la Misión de Investigación de la ONU para Venezuela expira en septiembre de 2022. Las divisiones geopolíticas en el Consejo de Derechos Humanos de este año podrían complicar los esfuerzos para renovar la iniciativa”, prosiguió.
Asimismo, dijo que una nueva acción por parte de los grupos armados en el país podría desencadenar un “empeoramiento de las tensiones militares a lo largo de la frontera con Colombia”, lo que podría aumentar la probabilidad de un nuevo conflicto armado.
Otro posible escenario sería el cierre del espacio humanitario que provocaría que organizaciones venezolanas e internacionales no puedan completar sus misiones.
«El empeoramiento de las condiciones humanitarias provoca un aumento dramático en la tasa de personas que huyen de Venezuela. Esto, unido al creciente cansancio regional con respecto a la crisis, hace que más gobiernos de todo el hemisferio cierren sus puertas a los migrantes y refugiados venezolanos, una tendencia que cobró fuerza en 2021».
Escenarios óptimos para Venezuela en 2022
Entre los aspectos positivos mencionados por Ramsey se encuentra un cambio en la política estadounidense que podría generar una nueva hoja de ruta que combine el alivio de las sanciones.
Como segundo lugar resalta que la Administración de Maduro «percibe un claro beneficio al participar en las negociaciones centradas en la celebración de unas elecciones justas y atrasadas».
«La oposición tiene éxito en su objetivo de presionar avances significativos en la mesa de negociaciones, con un enfoque en las reformas judiciales y la celebración de elecciones presidenciales libres y justas atrasadas para 2024», acotó.
Un tercer escenario sería que las negociones entre el Gobierno y la oposición comiencen con acuerdos humanitarios. También hizo énfasis en la «continua movilización, documentación y denuncia por parte de la sociedad civil venezolana e internacional, eleva el costo de la represión gubernamental».
«Con el apoyo de los defensores de los derechos humanos comprometidos, los miembros del Consejo de Derechos Humanos renuevan el mandato de la Misión de Investigación de la ONU para Venezuela antes de que expire en 2022.
La investigación de la fiscalía de la CPI, junto con la existencia de una mesa de negociación en la que la oposición busca promover reformas judiciales, ayudan a impulsar un debate significativo sobre la restauración de las instituciones de justicia del país», sostuvo.