Los activistas contra la globalización y el cambio climático han unido fuerzas con el movimiento de los chalecos amarillos francés y con los nacionalistas vascos de cara a la reunión del G7 en Francia este fin de semana, para protestar contra la desigualdad entre ricos y pobres, la cual a su juicio está creciendo por el “cinismo” de los líderes mundiales.
En una cumbre “contra el G7” en las ciudades “gemelas” de Hendaya (Francia) e Irún (España), en la frontera franco-española a 30 km al sur de Biarritz, sede del G7, medio centenar de ONGs se reúnen para protestar contra las políticas económicas y climáticas aplicadas por los países más industrializados del del mundo y promover alternativas.
“El cinismo de la reunión del G7 es que ha hecho de la desigualdad el tema central del evento, pero son las mismas políticas de estos países ricos las que crean y fortalecen la desigualdad”, dijo Sebastien Bailleul, portavoz de “Alternativas G7”.
Bailleul dijo que no veía ninguna contradicción en que los activistas internacionales antiglobalización trabajen juntos con el movimiento de los “chalecos amarillos” de Francia, que nació como protesta contra los impuestos verdes sobre el combustible.
Este movimiento incluyó simpatizantes de extrema derecha y protagonizó disturbios y saqueos en protestas semanales, a menudo violentas, que tuvieron lugar a finales de 2018 y principios de 2019. Reuters