Los buques de guerra que envía EEUU estarán a cinco horas de Venezuela

Mientras un barco promedio tarda 24 horas en recorrer las 200 millas que separan al país de las aguas internacionales, los destructores norteamericanos lo hacen en solo 5 horas. La amenaza también incluye aviones espías y un submarino de propulsión nuclear cuyo nombre y características se desconocen «por motivos de seguridad». Se trata del despliegue naval estadounidense más amplio en el Caribe

por Elizabeth Fuentes/El Cooperante

Los buques de guerra estadounidenses USS Gravely y Jason Dunham zarparon desde Mayport, Florida, la semana pasada, mientras que el Sampson se encuentra próximo al Canal de Panamá y un cuarto buque de combate, el Litorial USS ya opera en las cercanías de Curazao. Así lo asegura la revista «Zona Militar», especializada en estos temas.

La orden del gobierno de Donald Trump de militarizar el espacio aéreo y naval en aguas internacionales cercanas a Venezuela para combatir el narcotráfico, incluye la presencia de un avión espía y un submarino de ataque, cuyas características no han sido divulgadas por razones de seguridad. Aunque es sabido que los submarinos de ataque norteamericanos tienen la capacidad de hundir buques y submarinos enemigos mediante el lanzamiento de misiles de crucero, aunque también funcionan para recabar inteligencia.

“Los activos navales pueden utilizarse no sólo para llevar a cabo operaciones de inteligencia y vigilancia, sino también como plataforma de lanzamiento para ataques selectivos si se toma una decisión”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca a la agencia de noticias Reuters.

Una vez instalados en aguas internacionales, que comienzan a partir de las 200 millas náuticas de la costa venezolana, los destructores desplegados podrían recorrer esas 200 millas náuticas en aproximadamente 5.5 a 7.4 horas, con una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora.

Los tres buques, de la clase Arleigh Burke, son el despliegue naval estadounidense más amplio en el Caribe, los cuales vienen acompañados por aeronaves de patrulla marítima (P-8 Poseidón) capaces de rastrear submarinos y buques a grandes distancias mediante radares avanzados, sensores y sonoboyas.

«También se espera la presencia de un submarino de ataque, cuya clase y nombre exactos no han sido revelados, lo que añadiría opciones de sigilo y ataque de largo alcance a la fuerza de tarea», reveló también la revista especializada.

Todo un despliegue militar que, según la Casa Blanca, va dirigido a combatir el narcotráfico en la zona pero que ha despertado alertas en el hemisferio.