Los australianos votan hoy con normalidad y con ambiente festivo en unas reñidas elecciones legislativas, aunque las encuestas dan la ventaja al opositor Partido Laborista.
La encuesta de Newspoll publicada esta mañana por “The Weekend Australian” muestran que el Partido Laborista, con el 51,5% de la intención de voto, volvería al poder después de seis años de gobierno de la Coalición Liberal-Nacional (48,5%).
Pero el primer ministro australiano, el liberal Scott Morrison, aún confía en ganar y por eso sigue haciendo campaña en circunscripciones clave en los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur.
“Pienso que será una larga noche y como siempre dije esta elección será reñida”, comentó temprano al canal 7 de la televisión local.
Morrison, que aboga por bajar los impuestos e incentivar a las empresas, ocupa el cargo de primer ministro desde agosto pasado tras una revuelta interna en el Partido Liberal, que desde 2013 ha cambiado de mandatario en tres ocasiones por las rencillas.
En declaraciones a los periodistas en Melbourne, el laborista Bill Shorten prometió hoy acciones inmediatas contra el cambio climático, así como mejorar el salario mínimo y anular una medida que recortó las pagas extraordinarias a millones de trabajadores.
Dijo que su primera medida será mediar para que se eleven “los salarios para millones de australianos”, así como “revertir los recortes a las tasas de penalización”.
“Convocaremos al Parlamento lo antes posible para comenzar con las acciones contra el cambio climático”, agregó Shorten.
Los más de 8.000 centros electorales abrieron a las 08.00 hora local (22.00 GMT del sábado), primero en el este de Australia y después progresivamente, de acuerdo a la diferencia horaria en el oeste del país, y cerrarán del mismo modo a las 18.00 hora local.
Se eligen a 151 diputados de la Cámara Baja entre 1.056 candidatos y 40 de los 70 senadores, que sirven durante un período de seis años en la Cámara Alta, entre 458 aspirantes.
La Comisión Electoral Australiana estableció 90 centros de votación en el extranjero, así como otros 500 dentro del país para recabar en los días previos los sufragios de más de 4 millones de australianos que no pueden hacerlo hoy.
Entre los puntos más remotos de votación están las estaciones Mawson, Davis y Casey, en la Antártida, en donde los australianos sufragaron a principios de la semana, según fotografías divulgadas por la cadena local ABC.