El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador trabajaba aislado el lunes, un día después de anunciar que dio positivo al COVID-19, informó la secretaria de Gobernación.
Por primera vez en dos años en el cargo, el mandatario no estuvo presente en su conferencia de prensa diaria.
Debido a que el gobierno está muy supeditado a él en todos los aspectos, desde establecer prioridades hasta hacer declaraciones públicas, la ausencia de López Obrador se sintió aún más. Esto sucede en un momento en que el país registra sus mayores niveles de contagios y decesos hasta la fecha.
López Obrador, que ha sido criticado por la forma en que ha manejado la pandemia y por no poner un ejemplo de prevención en público, anunció el diagnóstico el domingo desde su cuenta oficial de Twitter, señalando que “los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico”.
José Luis Alomía Zegarra, director de epidemiología de México, dijo que López Obrador, de 67 años, presenta un caso “leve” de COVID-19 y se encuentra aislado en su hogar.
El lunes, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero indicó que el presidente la había designado para realizar la conferencia diaria hasta su regreso. Agregó que López Obrador se hallaba bien y fuerte.
“Sigue dirigiendo a distancia los esfuerzos de esta cuarta transformación de la vida pública de México… Se encuentra en pleno ejercicio de sus funciones como presidente de la República. Él mismo continuará pendiente de los asuntos públicos”, declaró Sánchez Cordero, quien hizo el anuncio sin portar cubrebocas y agregó que espera los resultados de las pruebas realizadas a ella misma.
Pese a su edad y la hipertensión que padece, López Obrador no se ha vacunado contra el coronavirus, si bien México ha recibido un lote de las dosis de Pfizer-BioNTech. El mandatario ha dicho que el personal del sector salud sería el primero en recibir la vacuna. Con base en el plan del gobierno, las personas mayores de 60 años empezarían a ser vacunadas en febrero.
López Obrador rara vez ha aparecido en público portando mascarilla y continuó cumpliendo una ajetreada agencia de viajes por vuelos comerciales. El fin de semana estuvo en los estados de San Luis Potosí y Nuevo León, donde fue fotografiado sin barbijo.
La vacuna Sputnik V desarrollada por Rusia no ha sido aprobada para su uso en México, pero el gobierno mexicano está desesperado por llenar los faltantes que han dejado las demoras en el suministro de la inoculación desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech.
Además de López Obrador, otros mandatarios latinoamericanos que han dado positivo al coronavirus son el brasileño Jair Bolsonaro, el guatemalteco Alejandro Giammattei, el hondureño Juan Orlando Hernández y la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez. Todos se han recuperado.
AP