Ley de Memoria Democrática declara al régimen franquista ilegal (claves de la Ley)

Congreso de los Diputados

La ley de Memoria Democrática ha salido adelante este jueves gracias al respaldo de Bildu, que ha provocado fuertes críticas de PP, Vox y Ciudadanos y ha centrado el debate de la norma en el Pleno del Congreso. Los socios de la coalición, PSOE y Unidas Podemos, han defendido que se trata de un proyecto de ley que protege a «todas» las víctimas, tanto de la guerra civil, la dictadura como «aquellas que lucharon durante la Transición»; mientras que desde la derecha han criticado que se trata de un texto «sectario y excluyente» y que lo derogarán en cuanto lleguen al Gobierno.

La norma ya fue avalada en la Comisión Constitucional con el respaldo de PSOE, Unidas Podemos, el PNV y Bildu frente al ‘no’ del PP, Vox y Ciudadanos. Entonces, Esquerra Republicana optó por la abstención porque los cambios le parecían insuficientes, y así se han posicionado también en la votación de este jueves. Con todo, el proyecto ha salido adelante con 173 votos a favor -PSOE, Unidas Podemos, PNV Bildu, PDeCAT, Más País y Compromís-, 159 en contra -PP, Vox, Ciudadanos, Junts y la CUP- y 14 abstenciones -ERC y el BNG- y pasa así al Senado para continuar su tramitación parlamentaria, que se prevé que se complete en otoño.

Esta ley, que supone una profundización en la Ley de Memoria Histórica de 2007, fue aprobada en Consejo de Ministros hace casi un año y tomada en consideración por el Congreso en octubre de 2021, pero dos meses después se metió en ‘la nevera’ al no ver el Gobierno suficientes apoyos para sacarla adelante. Fue el pasado mes de junio cuando el proyecto se sacó del cajón para reactivar la tramitación, una vez que PSOE y Unidas Podemos habían acercado posturas con otras formaciones minoritarias.

La más destacada fue con Bildu. El pasado 28 de junio, el Ejecutivo consiguió su apoyo tras pactar que se reconozcan a las víctimas de torturas hasta 1983, lo que podría afectar al caso de los GAL del gobierno de Felipe González, entre otras enmiendas. Además, introduce varios cambios: declara el sistema franquista ilegal, anulando sentencias de los tribunales en procesos políticos; crea un censo de víctimas y las exhumaciones serán responsabilidad del Estado; prevé resignificar el Valle de los Caídos, que pasará a llamarse Cuelgamuros; e incorpora sanciones de hasta 150.000 euros por destruir fosas, lugares de homenaje o por exaltación del franquismo.

Bolaños: «Es un acuerdo que va a hacer más digna nuestra democracia»

El ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha defendido en la tribuna del Congreso el texto de la norma, que en su opinión «va a hacer más digna nuestra democracia y a nuestro país». Frente a las críticas de la oposición, ha señalado que la ley homenajea a «todas las víctimas de la guerra civil, de un bando y de otro» y «también a todas las víctimas de la dictadura». «El Gobierno está siempre con todas las víctimas, arropándolas», ha dicho, «y no tratando de utilizarlas», como a su juicio hace el PP.

Respecto a la iniciativa de extender el reconocimiento de las víctimas hasta 1983, el diputado del PSOE Valentín García Gómez ha defendido que la norma «ampara a los estudiantes y trabajadores que sufrieron represalias cuando luchaban por la consolidación de la democracia» y no «a las bandas terroristas, por más que se falte a la verdad».

Claves de la ley de Memoria Democrática

El compromiso del Estado en la búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil y la dictadura franquista y el estudio de posibles vulneraciones de derechos humanos entre 1978 y finales de 1983 son algunas de las claves de la nueva ley de Memoria Democrática que ha aprobado este jueves el Congreso de los Diputados.

La ley busca mantener el recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista a través de los principios de «verdad, justicia y reparación», así como fomentar el conocimiento de aquellas figuras individuales y colectivas que hicieron posible la Transición, según señala el texto.

Estos son los principales aspectos de la ley de Memoria Democrática, que entrará en vigor el próximo mes de septiembre, tras su aprobación en el Senado y su publicación en el BOE:

El estado asume la búsqueda de personas desaparecidas

La ley establece de forma expresa que la búsqueda de las alrededor de 114.000 personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura corresponderá a la Administración General del Estado, sin perjuicio de las competencias de otras administraciones públicas.

Para ello, el Estado elaborará un mapa de localización de personas desaparecidas y creará un banco estatal de ADN de víctimas de la Guerra Civil y la dictadura para poder comparar perfiles genéticos en la identificación de restos.

La ley prevé además un censo estatal de víctimas con los nombres de aquellas personas fallecidas y de las supervivientes que expresen su consentimiento expreso.

El régimen franquista se declarará ilegal

La ley declara ilegal tanto el régimen franquista como los tribunales franquistas, así como la nulidad de todas sus condenas. Esta nulidad dará derecho a obtener «una declaración de reconocimiento y reparación personal» a las víctimas del franquismo, que es otra de las novedades que recoge la ley.

Prevalencia del derecho internacional frente a la ley de Amnistía

La nueva norma no deroga la Ley de Amnistía de 1977, que asegura que fue un instrumento a favor de «la reconciliación y la construcción de una sociedad democrática avanzada», pero subraya la necesidad de «garantizar el derecho a la verdad de las víctimas de graves violaciones de los derechos humanos o del derecho internacional humanitario, así como las oportunas formas de reconocimiento y reparación».

Para ello, establece que todas las leyes españolas, incluida la de Amnistía, se interpretarán y aplicarán de conformidad con el Derecho Internacional, especialmente el Derecho Internacional Humanitario, «según el cual los crímenes de guerra, de lesa humanidad, genocidio y tortura tienen la consideración de imprescriptibles y no amnistiables».

Estudio de vulneraciones de derechos humanos de 1978 a 1983

Entre las disposiciones de la ley figura la polémica enmienda pactada entre el Gobierno, EH Bildu y Más País para crear una comisión que estudie vulneraciones de derechos humanos entre 1978 y finales de 1983 a personas que hayan luchado «por la consolidación de la democracia» y que señale «posibles vías de reconocimiento y reparación».

Se incluye así el año de inicio de los GAL, la organización terrorista dedicada a la guerra sucia contra ETA, y el primer año de gobierno de Felipe González, pero fuentes del Ejecutivo han aclarado que los casos concretos a analizar los determinará la propia comisión.

Un fiscal de sala investigará las violaciones de derechos humanos

Por otro lado, la ley prevé la creación de un fiscal de sala para la investigación de violaciones de derecho internacional y de derechos humanos durante el golpe de Estado, la Guerra Civil y la dictadura franquista.

Este fiscal impulsará además los procesos de búsqueda de víctimas de los hechos investigados para lograr su debida identificación y localización.

Sanciones por destruir fosas o exaltación del franquismo

La norma incorporará sanciones de hasta 150.000 euros por el incumplimiento de la norma o por actos como destruir fosas comunes, el menoscabo a los lugares de memoria democrática o por la exaltación del franquismo, algo que la Ley de Memoria Histórica no contemplaba.

La definición de víctima

La ley considera víctima a aquellas personas que hayan sufrido daño físico, moral o psicológico, daños patrimoniales o menoscabo de derechos fundamentales desde el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978.

Entre las víctimas, la ley incluye a los fallecidos y desaparecidos como consecuencia de la Guerra Civil y la dictadura, pero también a los exiliados, las personas LGTBI, los niños adoptados sin consentimiento de sus progenitores, así como las lenguas y cultura vasca, catalana y gallega, entre otros casos.

Las víctimas tendrán derecho al «reconocimiento y reparación integral» por parte del Estado, así como al «resarcimiento» de los bienes incautados y las sanciones económicas producidas por razones políticas, ideológicas, de conciencia o creencia religiosa durante la Guerra Civil y la dictadura.

Además, se declarará el 31 de octubre como día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la Guerra Civil y la dictadura, y el 8 de mayo como día de recuerdo y homenaje a los hombres y mujeres que sufrieron el exilio como consecuencia de la Guerra Civil y la dictadura.

El Valle de los Caídos se llamará Valle de Cuelgamuros

La ley contempla la creación de un inventario estatal de lugares de memoria democrática entre los que estará el actual Valle de los Caídos, que pasará a denominarse Valle de Cuelgamuros. Dará a conocer las circunstancias de su construcción y su significado «con el fin de fortalecer los valores constitucionales y democráticos».

Aquí sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la guerra y se reubicarán aquellos restos que ocupen un lugar preeminente en el recinto, como ocurre con el caso de José Antonio Primo, que tras la exhumación de Francisco Franco es la única tumba individual que permanece.

Además, la ley declara extinguida la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, de quien depende el monumento administrado temporalmente por Patrimonio Nacional, y establecerá un nuevo marco jurídico aplicable a este lugar.

Acceso garantizado a la información pública de los archivos

La ley garantiza el derecho al acceso libre, gratuito y universal a los archivos públicos y privados sobre todos los hechos ocurridos entre el golpe de Estado de 1936 y la Transición hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978.

En el caso de la documentación del gobierno de la dictadura que estén en poder de entidades privadas o personas físicas, en particular los referidos al jefe de Estado, se incorporarán al centro documental de la memoria histórica de Salamanca o al archivo del organismo público que se determine de forma motivada.

Actualización de los contenidos educativos

Con el fin de difundir el conocimiento de la historia y la memoria democrática española y «la lucha por los valores y libertades democráticas», la ley establece la actualización de los contenidos curriculares para ESO, FP y Bachillerato para reflejar la «represión que se produjo durante la guerra y la dictadura».

Supresión de títulos nobiliarios durante la guerra y dictadura

La ley suprime un total de 33 títulos nobiliarios y grandezas de España concedidos entre 1948 y 1978, entre ellos el de duque de Primo de Rivera, duque de Calvo Sotelo y duque de Mola. RTVE

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