El partido de extrema derecha de Marine Le Pen se impuso el domingo en las elecciones europeas en Francia a la formación proeuropea del presidente Emmanuel Macron, debilitado tras dos años en el poder y seis meses de crisis de los “chalecos amarillos”.
La lista Agrupación Nacional (ex Frente Nacional, ultraderecha) obtendría alrededor del 24% de los votos, frente a la lista Renacimiento -que reúne al partido de Macron, La República en Marcha (LREM) y otros grupos centristas- que lograría entre 22% y 23%, según estimaciones de cuatro encuestadoras.
El cabeza de lista de la Agrupación Nacional (AN), el joven Jordan Bardella, de 23 años, celebró el “fracaso” del partido gobernante y explicó la derrota del Macron por el rechazo de los franceses a su agenda proempresarial y a su visión proeuropea.
Si se confirma, el triunfo de Le Pen sería doble: no sólo tendría más eurodiputados que Macron en la próxima legislatura de cinco años sino que obtendría su ansiada revancha tras las elecciones presidenciales de 2017, en las que perdió ante el joven ex banquero de negocios y ex ministro de Economía.
– Un gran partido nacionalista –
El partido nacionalista y antiinmigración de Le Pen, que llamó a todos los franceses descontentos con la política de Macron a echarse a las urnas, logró captar, según los sondeos a boca de urna, más votos que en la primera vuelta de las presidenciales, en las que obtuvo 21,3% de los sufragios.
“La Unión Europea no puede seguir ignorando la aspiración de los pueblos a la protección” y a la “soberanía”, señaló Bardella, quien llamó a la “creación de un poderoso grupo” de fuerzas euroescépticas en el Parlamento Europeo.
La Agrupación Nacional aspira a crear un gran partido nacionalista y euroescéptico en la cámara europea, con la Liga ultraderechista italiana de Matteo Salvini.
Para Macron, que desde que llegó al poder en 2017 se ha posicionado como baluarte contra el populismo y líder de la refundación de la Unión Europea (UE), esta derrota supondría un duro golpe en términos de imagen e influencia en el exterior.
Su derrota supondría también un revés a nivel nacional, tras seis meses de crisis política con las protestas de los “chalecos amarillos”, un colectivo que expresa el descontento de los franceses más modestos contra su política fiscal y social.
Intentando minimizar los resultados, la cabeza de la lista europea afín a Macron, Nathalie Loiseau, tildó el resultado obtenido de “honorable”. “La mayoría presidencial ha resistido”, estimaron miembros del círculo cercano de Macron
– Avance de los Verdes –
La gran sorpresa la protagonizó este domingo el partido ecologista de Yannick Jadot, exdirector de Greenpeace en Francia, que lograría el tercer puesto, con alrededor del 12% de los sufragios, según las primeras estimaciones.
“Somos los actores de una ola verde europea”, celebró entusiasta Jadot, en referencia al ascenso de los Verdes en Alemania, que se hicieron con más del 20% de los votos, en un contexto en el que los temas medioambientales se han impuesto como una de las principales preocupaciones de los ciudadanos europeos.
Los electores contradijeron también a todos los sondeos que predecían una abstención masiva en estos comicios europeos. Los primeros datos arrojan un aumento de participación en Francia de entre siete y 10 puntos más que en 2014 (entre 51% y 54%).
Si se confirma, la participación en estas elecciones se convertiría en la mayor en unos comicios europeos en un cuarto de siglo (52,7% en 1994), rompiendo con una tendencia a la baja.
AFP