El Día Internacional de la Mujer se celebraba el lunes en varios países de América Latina con manifestaciones y paros en rechazo a la violencia de género y la inequidad laboral.
Las argentinas realizaban huelgas y tenían previstas marchas contra la explotación laboral y la violencia de género, que sigue arrojando cifras alarmantes de feminicidios, uno de los pocos delitos que no disminuyó durante la pandemia.
Otro reclamo que llevarán a las calles de Buenos Aires y ciudades como La Plata, Bahía Blanca, Córdoba, Rosario, Mendoza, Neuquén y Salta es el desarme de los “cimientos patriarcales” de la justicia.
Por primera vez luego de años de reclamos las argentinas podrán celebrar en su día la ley de derecho al aborto libre que fue aprobada a fines de 2020 por el Congreso.
Esta vez las marchas buscarán poner de manifiesto que las políticas públicas implementadas desde hace años para atajar la violencia machista han fracasado.
“Año 2020: En Argentina cada 29 horas una mujer o compañera trans es asesinada por violencia sexista. Año 2021: Cada 26 horas una mujer o compañera trans es asesinada. Nada para celebra”, publicó en su cuenta de Twitter la asociación civil Casa del Encuentro.
En los primeros dos meses del año se perpetraron 50 feminicidios y un transfeminicidio a pesar de las medidas de distanciamiento que rigen en Argentina a causa de la pandemia, señaló un informe del Observatorio de Femicidios de la Casa del Encuentro.
Seis de los autores de esos crímenes eran miembros de las fuerzas de seguridad y ocho de las víctimas habían denunciado a sus homicidas previamente.
“El altísimo índice de violencia sexista en nuestro país demuestra que las medidas implementadas son insuficientes” dijo la organización, que reclamó que “el Estado refuerce la prevención y la protección”.
El colectivo “Ni Una Menos”, uno de los más activos en materia de violencia de género en América Latina, convocó a a una marcha frente el Congreso.
El presidente Alberto Fernández y todos los gobernadores firmaron el lunes un acuerdo contra la violencia de género.
“La reacción estatal es lenta o no existe y ahí tenemos una gran responsabilidad los que gobernamos este país”, dijo el presidente, quien instó a una reforma de la justicia.
El acuerdo busca una gestión rápida y coordinada de los casos de violencia machista en el Poder Judicial, fortalecer la capacitación con perspectiva de género en las fuerzas policiales y generar mecanismos que faciliten las denuncias de casos que involucren a miembros de las fuerzas de seguridad.
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, trató de centrar la atención en el alto número de mujeres en su gabinete y no en el hecho de que se ha negado a romper con un candidato a gobernador acusado de violación.
Las manifestaciones por el Día de Internacional de la Mujer centraron la atención en las contradicciones de López Obrador. Aunque es un progresista cuyo lema es “primero los pobres”, el mandatario también es un conservador social que deja el aborto en manos de las legislaturas estatales y dice que la familia es el centro de la sociedad.
Esas contradicciones se exhibieron en la vasta plaza central de Ciudad de México, luego de que el gobierno colocó vallas de acero antidisturbios frente al Palacio Nacional mientras activistas adornaron las estructuras con flores y los nombres de mujeres víctimas de asesinato.
En Ecuador, decenas de mujeres salieron a las calles contra la discriminación y en reclamo de políticas estatales efectivas para frenar la violencia machista. También reclamaron por la legalización del aborto.
Diana Herrera, del colectivo Creando Juntas, destacó que este año 20 mujeres han sido asesinadas y exigió “la despenalización del aborto… tomando en cuenta que las cifras de embarazo infantil son sumamente altas”.
En Bolivia, dos grupos de mujeres, uno afín al gobierno del presidente izquierdista Luis Arce y otro integrada por activistas opositoras, marcharon en La Paz, algunas con pocas medidas sanitarias de seguridad.
El grupo oficialista marchó encabezado por algunas ministras hasta la casa de gobierno donde el presidente Luis Arce rindió un homenaje a las mujeres. En tanto, activistas del colectivo Mujeres Creando se manifestaron con carteles para reclamar medidas concretas que frenen la violencia machista.
Bolivia registró 113 feminicidios en 2020 y es uno de los países con mayor índice de violencia de género en relación con sus 11 millones de habitantes.