Delegados de 13 países latinoamericanos y de la ONU iniciaron el lunes en Quito una reunión de dos días para evaluar el apoyo financiero internacional para planes conjuntos de ayuda para unos 3,5 millones de venezolanos que huyeron de la crisis que azota al país.
El trabajo se enmarca en la tercera cita técnica internacional del denominado «Proceso de Quito», que el gobierno ecuatoriano promueve a nivel regional para coordinar esfuerzos ante la oleada migratoria, reseñó AFP.
Antes, la región ya se comprometió a delinear mecanismos para la regularización de los migrantes frente a sus dificultades por la falta de documentos de viaje.
El problema humanitario por la diáspora de venezolanos requiere de soluciones regionales, manifestó el canciller ecuatoriano, José Valencia, en el encuentro en el que participan enviados de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Venezuela, que se había marginado de las dos reuniones anteriores, está representado ahora por René de Sola, embajador en Quito designado por el jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países liderados por Estados Unidos.
Países de América, Europa y Asia, además de la ONU y organismos financieros, se comprometieron en noviembre entregar unos 550 millones de dólares solo a Ecuador para atender unos 250.000 venezolanos registrados que alberga. Valencia indicó que de acuerdo con la ONU, unos 3,5 millones de venezolanos (un 10% de la población) han abandonado su país en los últimos 4 años al verse afectados por la situación económica, política e institucional.
La proyección de la ONU es que a fines de 2019 sumen 5,3 millones, en la mayor crisis humanitaria en América Latina en tiempos de paz.
En 2018, más de un millón de venezolanos ingresaron a territorio ecuatoriano y la mayoría continuó su viaje hacia el sur, añadió.
«Ecuador confía en que la crisis económica y estructural de Venezuela encuentre pronto una solución política, sin uso de la fuerza, por medios pacíficos y democráticos entre todos los venezolanos», manifestó el canciller ecuatoriano.
Añadió que esa salida debe darse con elecciones «libres y transparentes tan pronto como sea factible».
Venezuela afronta la peor crisis de su historia más reciente con hiperinflación, escasez de productos básicos y graves fallas en la asistencia médica y los servicios públicos.