José Luis Rodrigo López jugaba cada año varios décimos de la Lotería de Navidad, entre ellos los de la asociación de antiguos alumnos del colegio San Viator, de Huesca, en el que él había estudiado en su juventud.
Este año la suerte quiso que el número que esta asociación llevaba para el sorteo más esperado del año fuera el que los niños de San Ildefonso cantaron como el Gordo: el 03.347.
José Luis se enteró de casualidad, mientras paseaba por la calle y vio el revuelo que se había organizado delante de una de las administraciones de lotería de Huesca. Cuando se enteró se fue a casa y comprobó que, efectivamente, llevaba dos décimos del Gordo. Le habían tocado 800.000 euros.
Tal y como cuenta el Heraldo, José Luis fue a cobrar el premio el lunespor la mañana, día de Nochebuena, y esa misma noche ya se sintió indispuesto. Fue trasladado al Hospital San Jorge de la capital oscense donde quedó ingresado y falleció a la mañana siguiente, el mismo día de Navidad. No pudo disfrutar de un premio que se le resistió hasta ser octogenario.
Un comerciante muy querido
José Luis y su hermano Joaquín eran muy conocidos en Huesca. Ambos llevaban décadas trabajando en una tienda textil que abrió su padre en 1949, De hecho José Luis entró en el negocio familiar junto cuando sólo tenía 15 años. Además de llevar su tienda, perteneció a la asociación de empresarios de comercio de la ciudad y fue directivo de la Sociedad Deportiva Huesca, el equipo de fútbol de la ciudad que la pasada temporada consiguió un histórico ascenso a Primera División.
Pese a que su negocio textil, Almacenes Rodrigo López, se cerró en el año 2011, su muerte ha provocado un gran impacto en toda la sociedad oscense y fueron cientos las personas que quisieron acompañar a su familia en el funeral celebrado este miércoles 26 de diciembre, reseña El Confidencial.