El portal BBC publicó un análisis sobre las diferentes aristas que impiden el logro de acuerdos para solventar la crisis política en Venezuela.
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La idea de buscar un acuerdo internacional sobre la colosal crisis que atraviesa Venezuela pareció cobrar fuerza esta semana.
Dos bloques de países formados ante la crisis, el Grupo Internacional de Contacto (GIC) y el Grupo de Lima, decidieron el lunes explorar una posible negociación con gobiernos que apoyan al presidente venezolano Nicolás Maduro.
«Hemos acordado que debemos hacer nuestras gestiones con Cuba, China, Rusia para que sean parte de la solución y no constituyan parte del problema», dijo el canciller peruano, Néstor Popolizio, en una entrevista con BBC Mundo.
Popolizio y sus colegas de Chile y Canadá representaron al Grupo de Lima, mientras que por el GIC participaron la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, y los cancilleres de Uruguay y Portugal.
Un comunicado conjunto de ambos grupos tras la reunión en la sede de las Naciones Unidas expresó «su compromiso con una transición pacífica que conduzca a elecciones libres y justas» en Venezuela.
Casi en simultáneo, los cancilleres de Colombia y Rusia —dos países que han tenido posiciones antagónicas sobre Venezuela— señalaron tras reunirse en Moscú que solo respaldan medios «políticos y diplomáticos» para resolver la crisis.
Sin embargo, cualquier pacto internacional por Venezuela demandaría sortear enormes diferencias que persisten sobre temas cruciales y hasta básicos. A continuación cuatro de ellos:
1. ¿Quién es el presidente de Venezuela?
La cuestión de quién gobierna Venezuela divide a la comunidad internacional desde que el líder opositor y de la Asamblea Nacional del país sudamericano, Juan Guaidó, se proclamara a sí mismo como presidente encargado en enero.
Más de 50 países —entre ellos Estados Unidos, varios latinoamericanos y miembros de la Unión Europea— han reconocido desde entonces a Guaidó como presidente venezolano, al considerar fraudulenta la reelección de Maduro.
El canciller peruano dijo que en los próximos días convocarán a «los países que respaldan la recuperación de la democracia en Venezuela» a discutir cómo mantener esfuerzos «para aislar al régimen ilegítimo de Maduro».
Sin embargo, otras naciones tienen una postura opuesta.
«El presidente Maduro es el único presidente electo de Venezuela de acuerdo con la ley venezolana y por eso lo apoyamos», sostuvo el embajador adjunto ruso ante la ONU, Dmitry Polyanskiy, en una reciente entrevista con BBC Mundo.
2. ¿Elecciones con o sin Maduro?
Las diferencias sobre quién es el presidente legítimo de Venezuela son importantes porque, si hubiera un acuerdo para celebrar elecciones en el país, debería definirse quién las organiza.
«Las elecciones libres no pueden ser supervisadas por un tirano», indicó Morgan Ortagus, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., en un comunicado reciente.
Aludiendo a un diálogo entre gobierno y oposición venezolanos en Noruega que por ahora no arrojó acuerdos, Ortagus sostuvo que «lo único que hay que negociar con Nicolás Maduro son las condiciones de su partida».
El Grupo de Lima también ha señalado que para celebrar elecciones en Venezuela es necesario el fin del gobierno de Maduro, a quien consideran usurpador del poder.
«Colombia (miembro de ese grupo) apoya el itinerario definido por Juan Guaidó, consistente en el cese de la usurpación, la transición y la convocatoria de elecciones», dijo el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, en una entrevista con BBC Mundo la semana pasada.
«Para el Perú, la salida de Maduro es una condición necesaria», dijo el canciller Popolizio.
Pero negó que este asunto lo hayan discutido con el GIC, porque «es parte posterior en un proceso».
En cambio Uruguay, miembro del GIC, ha cuestionado que se establezca ese orden de prioridades o que se afirme que hubo una usurpación del poder en Venezuela.
3. ¿Solución doméstica o internacional?
Otra pregunta que divide a los países es si la comunidad internacional debe asumir un rol protagónico para encontrar una salida a los problemas de Venezuela.
En diferentes discusiones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la crisis, China ha rechazado que «fuerzas externas interfieran en cuestiones internas de Venezuela».
El canciller ruso, Sergei Lavrov, sugirió el lunes actuar ante la crisis venezolana del mismo modo en que el Consejo de Seguridad de la ONU lo hizo en 2015 con la resolución 2254 sobre la crisis en Siria.
Lavrov dijo que esa resolución señala que «solo los sirios deben decidir el futuro de su país» y exige «entablar un diálogo entre el gobierno y todo el espectro de la oposición».
«Venezuela necesita la misma perspectiva», agregó.
Pero, casi en paralelo, el GIC y el Grupo de Lima emitían un comunicado en Nueva York que señaló algo diferente sobre el desafío de Venezuela.
«Si bien la solución debe ser venezolana, el impacto regional de la crisis requiere que la región y la comunidad internacional desempeñen un papel más activo en apoyar el pronto retorno a la democracia en Venezuela», sostuvo el texto de ambos grupos.
4. ¿Opción militar?
Este es uno de los puntos más sensibles respecto a Venezuela: el riesgo de que la crisis derive en un conflicto armado.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo reiteradas veces que mantiene la «opción militar» sobre la mesa para el país sudamericano.
En cambio, el GIC y Grupo de Lima expresaron esta semana su «compromiso con una transición pacífica» en Venezuela.
El canciller ruso dijo el lunes que «ningún conflicto podría solucionarse con estas amenazas que dividen la sociedad y alimentan la ilusión de la oposición de que pueda hacerse del poder con manos ajenas por la vía ilegal».
Pero la propia Rusia ha sido criticada por enviar ayuda militar a Maduro en medio de la crisis: en marzo, dos aviones militares rusos aterrizaron en Caracas con decenas de especialistas.
Moscú sostiene que ese envío fue para el mantenimiento de equipos de defensa que vendió a Venezuela, en función de contratos firmados hace tiempo.
Pero Trump afirmó que «Rusia tiene que salir» de Venezuela y su secretario de Estado, Mike Pompeo, calificó las acciones rusas de «desestabilizadoras».
El lunes, Trump sorprendió a muchos con un tuit que leía: «Rusia nos ha informado que han removido a la mayoría de su gente de Venezuela».
Sin embargo, el Kremlin negó el martes que haya indicado a EE.UU. que su personal salió del país sudamericano.
«No ha habido mensajes oficiales a este respecto por parte de Rusia ni podría haberlos», dijo Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, a reporteros.
Peskov indicó que ignoraba de dónde Trump obtuvo esa información y aclaró que los especialistas rusos permanecen en Venezuela, reseña BBC