El centro de convenciones Austria Center de Viena lanzó este miércoles un proyecto para realizar pruebas rápidas de COVID-19 a unas 3.000 personas en 48 horas y demostrar así que existen, incluso durante la pandemia, posibilidades para volver a organizar grandes congresos internacionales.
La empresa gestora del Austria Center, que administra además la colindante sede vienesa de Naciones Unidas, suele organizar y acoger grandes eventos, como congresos sobre medicinas o conferencias diplomáticas internacionales.
«Estamos orgullosos de ser el primer centro de Europa en llevar a cabo una iniciativa de este tipo», dijo a Efe la directora del Austria Center, Susanne Baumann-Söllner.
La cancelación de grandes eventos por la pandemia ha golpeado duramente a la capital austríaca, una de las ciudades que más congresos internacionales acoge en Europa, por lo que está sufriendo pérdidas de unos 100 millones de euros por mes, según datos de la Oficina local de Turismo.
Para futuros congresos
Baumann-Söllner, agregó que los resultados del test masivo serán mostrados y analizados con posibles clientes y organizadores de congresos para «poder convencerles de celebrar sus próximos eventos en Viena».
Las 3.000 pruebas que se realizan entre hoy y mañana arrojan un resultado en apenas 15 minutos, a un modesto coste de 15 euros (18 dólares) por test, muy lejos de los entre 100 y 150 euros (120 a 180 dólares) que cuestan los test PCR convencionales en Austria.
El Austria Center ha aprovechado el inicio del semestre académico para realizar pruebas a 3.000 estudiantes de la Universidad Económica de Viena (WU), que solo podrán acudir a las aulas esta semana si tienen un test negativo.
Alta efectividad
Los resultados de estas pruebas cuentan con una efectividad del 99,9 % para los resultados negativos y del 97,5 % para los positivos, asegura Alpstar, la empresa que vende los test.
Estos resultados son cercanos a los test PCR, los análisis más fiables en el mercado en estos momentos.
La primera ronda de test se realizó este miércoles a lo largo de once «calles» colindantes con la entrada del recinto, donde los estudiantes acudieron sin formar grandes aglomeraciones.
Participación activa
Los pasillos de análisis cuentan con varios puntos de control para las diferentes fases de la prueba: recolección de muestra de la garganta, mezcla con solución reactiva y obtención de resultado.
La persona realiza la mayor parte del proceso ella misma y es la encargada de llevar la muestra a través del pasillo.
Unas señales en el suelo y una campana que suena cada dos minutos marcan el paso para asegurarse de que la persona espera el tiempo requerido de 15 minutos.
Tras haber obtenido un resultado negativo, se puede acceder al interior del recinto presentado el resultado (similar a una prueba de embarazo) en la entrada.
Así, la instalación del Austria Center tiene capacidad de realizar unas 300 pruebas por hora, suficiente para poder analizar, por ejemplo, en unas tres horas a un millar de potenciales participantes de un congreso internacional. EFE