La Torre Eiffel estaba cerrada este jueves por segundo día consecutivo por una huelga de trabajadores contra las nuevas medidas de entrada al monumento que, según ellos, están generando largas filas de espera.
El emblemático monumento parisino dejó de recibir a visitantes el miércoles por la tarde tras la suspensión de las negociaciones entre la dirección y los sindicatos, dejando a cientos de turistas decepcionados.
“Venimos desde superlejos con la ilusión de conocerla y la verdad se me hace supermal (…) que no podamos subir”, se lamentaba María, una mexicana entrevistada por la AFP, que no dio su apellido.
Los sindicatos de los trabajadores están descontentos con la decisión de asignar elevadores separados a los visitantes que reservan boletos por internet y a los que los compran en las taquillas.
La dirección decidió también a principios de julio reservar la mitad de las entradas diarias a los clientes en internet, frente a 20% antes.
Los empleados afirman que estos cambios han resultado en filas desequilibradas en la que los visitantes sin boletos pueden esperar hasta tres horas y los que adquirieron sus boletos en la web hasta una hora, pese a que en principio éstos reservaron su hora de visita.
“SETE [la compañía que gestiona la Torre Eiffel] es consciente de la decepción de los visitantes debido al cierre del monumento y en su impacto en la imagen tanto de la ciudad como del país”, señaló la empresa en un comunicado.
“Estamos haciendo todo lo posible para retomar las visitas lo antes posible”, añadió.
La Torre Eiffel, que acogió a más de 6 millones de visitantes el año pasado, es uno de los lugares más visitados de París.
Ésta no es la primera vez que la llamada “Dama de Hierro” cierra sus puertas a los turistas. Estuvo cerrada durante varios días en abril por una huelga de personal. AFP