A una semana de las elecciones, reina entre los ciudadanos una alta expectativa. A juzgar por la mayoría de las encuestas divulgadas en las últimas horas, las votaciones del domingo 19 de junio podrían ser las más apretadas de las que se tenga memoria en el país.
A diferencia de ocasiones pasadas, Rodolfo Hernández, candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, y Gustavo Petro, del Pacto Histórico, mantienen un cerrado duelo, según gran parte de esos sondeos.
La diferencia entre los dos candidatos no supera el margen de error en dichas encuestas, lo que indica que, estadísticamente, mantienen un reñido empate técnico. Esta situación podría indicar que la definición sería por un ‘voto finish’.
La otra tendencia en la mayor parte de esos sondeos es que Hernández está por delante de Petro con una leve ventaja. En la última medición que realizaron las firmas Guarumo y EcoAnalítica, publicada el sábado 11 de junio, se refleja esta situación: Rodolfo, 48,2 por ciento de intención de voto; y Petro, 46,5. Una diferencia de solo 1,7 por ciento. Y un margen de error de 2,5 por ciento. Es decir, un empate técnico.
Otra de las encuestas, efectuada por Invamer y también divulgada el viernes 10 de junio, arrojó como resultado: Hernández, 48,2 por ciento; y Petro, 47,2. Solo un punto de diferencia entre ambos.
Y en el tracking GAD3 que ha venido haciendo RCN, también se refleja lo apretada que está la competencia: Hernández, 47,9 por ciento; y Petro, 47,1 por ciento, mostró el sábado.
En el tracking, Hernández aumentó un punto respecto a la medición del viernes (46,8), mientras que Petro perdió uno (48,1), que coincide con la publicación de videos internos de su campaña y que aluden a estrategias para afectar a sus adversarios en primera vuelta.
No obstante, cabe señalar que el sábado RCN Televisión reveló una última encuesta de la firma Yanhaas, en donde Petro alcanza el 45 por ciento de la intención de voto y Hernández, el 35 por ciento. Este estudio muestra una tendencia contraria a los anteriores. Todos fueron revelados en un lapso de dos días antes de la prohibición de publicar nuevos sondeos, la cual se inicia hoy.
En este escenario, vale anotar cómo fue el tamaño de la muestra de los estudios, es decir, el número entrevistas que se realizaron: Invamer, 2.000 encuestas personales; Guarumo, 2.029 encuestas personales; Yanhaas, 1.234 encuestas personales y GAD3, 400 encuestas telefónicas el 10 de junio.
Las firmas que acudieron a las entrevistas presenciales las distribuyeron dividiendo el país por regiones, pero no todas detallan cuántas encuestas hicieron en cada municipio escogido. Así las cosas, no hay duda de que la semana que comienza será de infarto y jugarán como nunca las estrategias de cada quien.
Qué pasó antes
Las cifras apretadas con las que llegan los dos candidatos a la última instancia no se habían visto desde hace tiempo. Aunque la diferencia entre dos finalistas en elecciones presidenciales anteriores no ha sido tan alta, sí se notaba cierta inclinación de parte de los electores hacia uno de ellos.
A una semana de la segunda vuelta del 2018, por ejemplo, una encuesta de Guarumo-EcoAnalítica le daba una ventaja al hoy presidente Iván Duque de 16,5 puntos frente a su rival de turno, que en ese momento era también Petro. En esa medición Duque obtuvo un 52,5 por ciento de intención de voto y Petro, un 36 por ciento.
Un panorama similar mostró otra medición de Invamer una semana antes de la votación final: Duque, 57,2; y Petro, 37,3.
Para la votación final del 2014, cuando los competidores eran Juan Manuel Santos y el candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, la diferencia era menor, pero no tan apretada como ahora.
Una encuesta de Datexco publicada a semana y media de los comicios de segunda vuelta en 2014 arrojó que Santos tenía el 41,9 por ciento de intención de voto y Zuluaga, el 37,7. Una distancia de 4,2 puntos.
Pero en otra realizada por Ipsos Napoleón Franco, las cifras eran diferentes: Zuluaga, 49 por ciento; y Santos, 41.
Estos ejemplos muestran que en campañas anteriores había diferencias entre los finalistas de 4 o 5 puntos y, en algunos casos, de alrededor de 15 o 20, lo que permitía poner en el imaginario colectivo quién podría ser el ganador, pero esta vez, y a la luz de las encuestas, es difícil hacer ese tipo de predicciones.
Voto en blanco
Otro elemento que se ha sumado al debate reciente es el del voto en blanco. Aunque varias cifras lo muestran a la baja, la opción cobró más protagonismo desde que el excandidato Sergio Fajardo anunció que se iría por este camino.
En la encuesta de Yanhaas para RCN, esta opción alcanza el 13 por ciento; y el 7 por ciento, los indecisos. Es decir, aquí es alto el grupo que podría definirse a favor de un candidato. En la medición de Guarumo, el voto en blanco llega al 5,3 por ciento. Hace una semana era de 8,4 por ciento.
Como quiera que sea, se trata de una cifra importante porque 5 puntos equivalen, más o menos, a un millón de personas. ¿Por qué? El comportamiento histórico en la segunda vuelta de este siglo muestra que vota menos gente que en primera. Para los comicios del 29 de mayo hubo una participación del 55 por ciento, y expertos políticos, como Andrés Segura, prevén que puede bajar hasta el 52 o 53 por ciento. Para él, en cifras redondas, irán a las urnas unos 20,5 millones de personas. Es decir, cada punto sería, según estos cálculos, unos 200.000 votos.
En caso de que los promedios de la mayoría de las encuestas se tradujeran en realidad, el futuro jefe del Estado podría ser electo con una diferencia de unos 300.000 votos.
Lo que pase con el voto en blanco se resolverá esta última semana y podría ser definitivo. De ahí que el desafío para los candidatos está en saber orientar su estrategia para seducir a quienes hoy piensan en esa opción, porque aún no los convence ninguno, y lo mismo pasa con los indecisos.
Por el momento, se sabe que Hernández se concentrará en su casa de Bucaramanga. Sus asesores creen que los electores ya conocen su mensaje y confían en que este haya calado. Petro seguirá con visitas a puntos focalizados.
Campaña atípica
Además de la incertidumbre sobre quién será el ganador, los últimos días de la campaña están teniendo otros elementos inéditos. Por ejemplo, ninguno de los candidatos volvió a la plaza pública; no hubo debates y los dos denunciaron amenazas. Antes de la primera vuelta, Petro hizo manifestaciones públicas en varias ciudades. Y aunque Hernández basó su estrategia en otras actividades, como entrevistas en medios, también visitó regiones claves.
Hasta el sábado, en la campaña de Rodolfo no se tenían actividades previstas para la última semana debido a las amenazas que el candidato denunció desde Estados Unidos. Se prevé que seguirá con sus mensajes vía redes sociales, pero no dará entrevistas.
Y por los lados de Petro, el candidato seguirá el mismo tono de sus actividades de esta semana y se habla de una gira por los Llanos Orientales. La incógnita que gravita es si el caso de los videos revelados esta semana afectará la intención de voto y, especialmente, entre los indecisos. Por lo pronto, varios de sus alfiles involucrados en el escándalo han optado por un menor protagonismo.
por El Tiempo
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