La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo este viernes a su par colombiana, Marta Lucía Ramírez, que no tiene moral para nombrar al país caribeño, respondiendo así a las acusaciones que hizo sobre los supuestos vínculos de Nicolás Maduro con el narcotráfico y disidentes de las FARC.
«La palabra descaro lleva su nombre, Marta Lucía Ramírez, usted, directamente involucrada con familiares narcotraficantes, que ejerce la narcopolítica y se afianza en el paramilitarismo colombiano, no tiene la catadura moral para la nombrar siquiera a la hija digna de Bolívar: Venezuela», dijo Rodríguez en un mensaje en Twitter, en respuesta a otro de la colombiana.
Asimismo, le pidió tener «muy claro» que los grupos «narcotraficantes y paramilitares» de su país «no tendrán descanso» en Venezuela.
«Es penoso cómo el crimen ha socavado la paz, las instituciones y la independencia de Colombia, hoy desangrada en su servilismo a EEUU. Venezuela vencerá», agregó la venezolana.
Los mensajes de Rodríguez responden a los señalamientos que hizo Ramírez más temprano, también vía Twitter, en los que indicó que el régimen de Nicolás Maduro es una verdadera amenaza para todo «el hemisferio» y lo señaló de formar parte de actividades de narcotráfico.
«Hacemos un llamado a la verificación por parte de la OEA (Organización de Estados Americanos), para dar claridad sobre lo que realmente está sucediendo en Venezuela. La crisis humanitaria que viven nuestros hermanos, requiere la atención de la comunidad internacional», agregó Ramírez.
Señaló que lo que sucede actualmente en Venezuela es «la apuesta que han hecho Maduro» y el primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, «a favor» de los disidentes de las FARC Iván Márquez y Jesús Santrich, y «la narcotalia».
El Gobierno colombiano también había acusado el jueves al Ejecutivo de Maduro de «mostrar una imagen ficticia de lucha contra el crimen» tras los enfrentamientos que han ocurrido en el estado fronterizo venezolano de Apure entre las Fuerzas Armadas del país y presuntos disidentes de disuelta guerrilla de las FARC.