EEUU se encuentra en medio de una significativa oleada de COVID-19, la más intensa registrada durante un verano en los últimos dos años.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los niveles de actividad vírica en aguas residuales han alcanzado cifras alarmantes, superando incluso los picos observados en julio de 2022.
Esta situación ha llevado a las autoridades sanitarias a recomendar el uso de mascarillas y purificadores de aire para mitigar la propagación del virus.
El dr. Jonathan Yoder, subdirector del Programa de Vigilancia de Aguas Residuales de los CDC, señaló de acuerdo a lo reseñado por CNN, que el nivel de actividad viral del COVID-19 es actualmente muy alto a nivel nacional. Indicó, con especial incidencia en la región occidental de Estados Unidos.
Este aumento en la actividad vírica se detectó a través de la red nacional WastewaterSCAN. De hecho, se ha reportado la presencia de SARS-CoV-2 en el 100 % de sus muestras recolectadas en todo el país.
A pesar del incremento en las infecciones, las visitas a urgencias, hospitalizaciones y muertes no han aumentado en la misma proporción.
A finales de julio, los CDC reportaron alrededor de cuatro hospitalizaciones por COVID-19 por cada 100.000 personas, un aumento significativo desde el mínimo de una hospitalización por cada 100.000 personas registrado en mayo.
Sin embargo, las autoridades sanitarias advierten que estos datos pueden cambiar a medida que se recopile más información.
La dra. Marlene Wolfe, profesora adjunta de Salud Medioambiental y Salud Pública en la Universidad de Emory y directora del programa WastewaterSCAN, destacó que los niveles actuales de actividad vírica son los más altos registrados durante una oleada de verano.
A pesar de esto, los niveles aún están por debajo de las concentraciones medias observadas durante los picos invernales de 2021, 2022 y 2023.