La OPEP y sus socios podrían mantener sus recortes

Los países de la OPEP y sus socios petroleros, reunidos el jueves y el viernes en Viena, podrían prolongar de nuevo el acuerdo de recorte de producción para mantener los precios del barril, en un contexto de freno del crecimiento mundial y de abundantes reservas.

Los actuales recortes de 1,2 millones de barriles diarios fueron acordados en diciembre de 2018 y, tras la renovación del pacto, en julio, se mantendrán hasta al menos marzo de 2020.

Ahora la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus países aliados —la llamada OPEP+, que incluye a Rusia— tendrá que decidir si los mantiene o incluso los aumenta, como apuntan algunos analistas.

La semana pasada la comisión económica del cártel, previa a las reuniones oficiales, ya dio indicios en este sentido y aseguró que el mercado estará «equilibrado» en 2020 si se mantienen los recortes.

También refuerzan este argumento los niveles de producción récord desde 2018 de los países de fuera de la OPEP, gracias al petróleo de esquisto y a países como Brasil o Canadá.

Además Estados Unidos dispone de grandes reservas, unos 452, millones de barriles, según las últimas cifras publicadas la semana pasada por la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA).

Según los analistas, esta abundante oferta no deja más remedio al cártel que mantener los recortes y cumplir así su objetivo oficial de alcanzar «precios equitativos y estables para los productores».

Desde la última reunión, en julio, los precios del petróleo se mantuvieron relativamente estables, alrededor de los 60 dólares para el barril de Brent —la referencia en Europa—, exceptuando un pico en septiembre por los ataques contra instalaciones petroleras sauditas.

– Ecuador, con un pie fuera –

La reunión también estará marcada por la próxima retirada de Ecuador, el exportador más pequeño del cártel, que en octubre anunció que se retiraría de la organización el 1 de enero de 2020.

«Como país, necesitamos producir más e incrementar nuestra producción hidrocarburífera en beneficio de los ecuatorianos», dijo entonces Juan Carlos Bermeo, el nuevo viceministro de Hidrocarburos.

La decisión de Ecuador, que produce alrededor de medio millón de barriles diarios y tiene el petróleo como principal producto de exportación, responde en parte a los desesquilibrios fiscales de su presupuesto.

Venezuela, el otro miembro latinoamericano del cártel, llega por su parte de nuevo a Viena inmerso en una profunda crisis económica y política todavía sin resolver.

Una crisis que afecta en particular a la producción de crudo, que aporta el 96% de los ingresos del país, pero que lleva años en declive: frente a los más de tres millones que producía hace una década, Venezuela solo alcanzó 750.000 barriles diarios el pasado octubre.

«El problema se agravó con la sanciones de Estados Unidos», indica Bjarne Schieldrop, un analista de SEB. «La mayoría de ingenieros [del sector petrolero] han dejado el país, no hay dinero, no hay gente competente».

– Ambigüedad rusa –

Si el actual nivel de precios actual parece confortable para Rusia —su presupuesto para 2019 está calculado sobre la base de unos 42 dólares el barril— podría ser demasiado débil para otros países petroleros, como Arabia Saudita, que necesita un precio más alto para cubrir su presupuesto.

Sin embargo no está clara cual será la postura rusa —segundo productor mundial de oro negro por detrás de Arabia Saudita— en las reuniones de esta esta semana.

Los rusos, asociados a la OPEP desde 2016, suelen rebasar con frecuencia los límites de producción del acuerdo, igual que otros miembros del cártel, como Nigeria e Irak, muy dependientes del petróleo.

Al contrario, Arabia Saudita mantiene sus cuotas e incluso produce menos de lo fijado por la OPEP, lo que podría llevarla a «ir más lejos en los recortes», apunta Neil Wilson, un analista de Markets.com.

Una manera de intentar consolidar precios de cara a la muy esperada salida a bolsa de su petrolera nacional Aramco, prevista para este mes y con una valorización estimada en 1,7 billones de dólares.

AFP