La OPEP y sus aliados, liderados por Rusia, se reúnen este lunes en Viena, donde previsiblemente mantendrán las limitaciones de producción de petróleo previamente acordadas por Moscú y Riad, cuya influencia desagrada a Irán.
El pasado viernes, al margen de la cumbre del G20 en Osaka, el presidente ruso Vladimir Putin anunció el objetivo de prorrogar las reducciones de producción actuales, con el fin de apoyar los precios del crudo.
Con todo, el acuerdo ruso-saudita debe contar con la aprobación de los 14 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y de sus diez socios no inscritos en la OPEP, que se reunirán hasta el martes en la capital austriaca.
Esos 24 países, que extraen la mitad del petróleo mundial, decidieron en diciembre bajar su oferta acumulada de 1,2 millones de barriles diarios (mbd) para estimular las cotizaciones del crudo.
Pero la creciente influencia de Rusia, segundo productor mundial, y de Arabia Saudita, jefe del filas del cártel, que se aliaron hace tres años para atajar el desplome de los precios, causa malestar entre algunos productores.
– «La OPEP morirá» –
Cuando llegó el lunes a Viena, el ministro iraní de Petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, denunció el carácter unilateral del acuerdo entre Moscú y Riad, anunciado antes de las reuniones de Viena.
«El principal peligro al que se enfrenta la OPEP ahora es la unilateralización», lanzó el ministro, que aseguró que «la OPEP morirá con este procedimiento» de decisiones, liderado por su rival regional saudita.
Irán también manifestó su oposición a cualquier acuerdo de cooperación a largo plazo para garantizar la alianza de la OPEP y sus aliados a largo plazo, reagrupados en «OPEP+».
Aún así, Teherán dará su apoyo a que se renueve el techo de producción, del que está exento hasta la fecha la República Islámica a causa de la reimposición de las sanciones estadounidenses, que asfixian sus exportaciones de crudo, precisó el representante iraní.
La prolongación de cuotas parece generar consenso entre la OPEP y sus socios, habida cuenta de la necesidad de estabilizar los precios en un contexto de fuertes tensiones geopolíticas en torno a Irán, de la morosidad de la demanda y de la oferta abundante.
El anuncio del acuerdo ruso-saudita permitió además que el precio del barril de petróleo WTI superara los 60 dólares el lunes al inicio de los intercambios europeos. El presupuesto saudita requeriría que el precio del barril alcanzara los 85 dólares, mientras que Moscú se declaró satisfecho con el precio actual del barril de Brent, entre 60 y 65 dólares.
En las reuniones de Viena se tratará sobre la duración de este nuevo pacto, de seis o nueve meses, mientras que el ministro saudita de Energía, Jaled Al Falih, es partidario de que la prórroga sea de nueve meses.
Los riesgos geopolíticos parecen eclipsados por una demanda energética morosa, en un contexto de guerra comercial entre China y Estados Unidos y una desaceleración a escala mundial.
La Agencia Internacional de la Energía recortó sus previsiones de demanda mundial de crudo para 2019, mientras que la oferta sigue siendo abundante.
La producción estadounidense de petróleo de esquisto no deja de crecer, compitiendo con la OPEP e inflando las reservas mundiales, ya de por sí elevadas. AFP