Estados Unidos podría convertirse en el epicentro mundial del brote de coronavirus, dijo la Organización Mundial de la Salud el martes, mientras Reino Unido entraba en aislamiento y se acordaba el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
No obstante, la provincia china de Hubei, donde se identificó por vez primera el virus en diciembre, dijo que levantará las restricciones de viaje a la gente que vive en la región ante el alivio de la epidemia en la zona.
En el frente económico, la actividad empresarial se derrumbaba desde Australia y Japón a Europa Occidental a un ritmo récord en marzo, una tendencia que se espera siga Estados Unidos más tarde en el día.
“El brote de coronavirus representa un gran impacto externo al panorama macro, similar a un desastre natural a gran escala”, dijeron analistas de BlackRock Investment Institute.
La portavoz de la OMS, Margaret Harris, dijo en Ginebra que ha habido una “gran aceleración” en las infecciones por coronavirus en Estados Unidos, país que podría convertirse en el nuevo epicentro de la crisis.
Algunas autoridades estatales y locales se han quejado de la falta de una acción federal coordinada, asegurando que la actuación por su cuenta de cada entidad territorial está obligándoles a competir por los suministros.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció esta dificultad en un tuit. “El mercado mundial de mascarillas y ventiladores está Desquiciado. Estamos ayudando a los estados a conseguir equipos, pero no es fácil”, escribió.
Los casos confirmados de coronavirus superaban los 377.000 en 194 países y territorios en la mañana del martes, según un recuento de Reuters, con más de 16.500 muertes ligadas al virus.
De los 10 países con más casos, Italia ha reportado la tasa más alta de mortalidad, en torno al 10%, que refleja el envejecimiento de su población. Esta tasa a nivel mundial está en torno al 4,3%.
Reino Unido, que según los expertos podría estar dos semanas por detrás de Italia en el ciclo del brote, se despertó el martes con restricciones al movimiento sin precedentes en tiempos de paz, después de que el primer ministro Boris Johnson ordenó a sus ciudadanos quedarse en casa.
Reuters