La jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, volvió a cuestionar el interés de China hacia América Latina e insinuar que Pekín persigue objetivos militares con la expansión de su presencia en la región.
«¿Por qué hay tanto enfoque en la infraestructura crítica de los chinos en este hemisferio?», preguntó Richardson el jueves en la 9.ª Conferencia de Seguridad Hemisférica (HSC, por sus siglas en inglés) celebrada en Miami.
La general estadounidense sostuvo que la influencia del gigante asiático en Latinoamérica va en aumento mediante proyectos críticos como la construcción de grandes puertos, que le dan acceso a los valiosos recursos naturales de la región a expensas de los intereses de las poblaciones locales. «Estamos preocupados sobre el potencial uso militar [de esas infraestructuras]», agregó.
«El primer megapuerto que China hizo en Latinoamérica solo va a hacer más fácil para los chinos extraer estos recursos de la región», afirmó Richardson, agregando que Latinoamérica está lejos de beneficiarse de las riquezas naturales que tiene, al tiempo que Pekín cuenta con diferentes acuerdos firmados con 21 países de la región.
Según Richardson, la cooperación de los países latinoamericanos con China supone que las empresas estadounidenses tienen que desplazar a los chinos para ocupar su lugar. «Tenemos que salir al terreno a competir por estos contratos en los países donde todavía están bajo consideración», dijo.
Previamente, la jefa del Comando Sur ya había arremetido contra China en términos similares, por lo que desde Pekín acusaron a Washington de «doble rasero» y recordaron que el país norteamericano «tiene alrededor de 800 bases militares en el ultramar, con 173.000 militares estacionados en 159 países». En cuanto a los Estados de América Latina y el Caribe, son «soberanos y no el patio trasero de EE.UU.», subrayaron. RT