La historia de la mujer que se hizo amiga del asesino de su madre, para resolver el caso de otras víctimas

Es la mujer Jennifer Weiss, quien logró que el asesino de su madre, Richard Cottingham, confesara otros crímenes que la policía no lograba identificar. El caso del “Asesino del Torso” tiene un documental en Netflix.

Crímenes en Nueva York y Nueva Jersey entre 1967 y 1980 que han llegado al mundo del streaming. Historias que generan furor en un nuevo inicio de año en las redes sociales, esta ves sobre un caso que solo ocurriría en una serie de televisión o documental de ciencia ficción. Se trata de Jennifer Weis, una mujer que con los años tuvo la valentía de conversar Richard Cottingham, quien asesinó a su madre en el año de 1979. Este personaje tuvo varios crímenes que se resolvieron gracias al vínculo que se pudo averiguar que él era el “Asesino del torso”.

A pesar de los años, esta historia ha generado hoy en día gran impacto entre los usuarios sobre cómo se ha logrado esta “amistad” con el tiempo. Sin embargo, el objetivo principal de Jennifer fue uno diferente: amistarse con él para lograr que confiese otros crímenes que no eran resueltos hasta hoy en día. Su madre se llamaba Deedeh Goodarzi, quien fue decapitada por Richard — incluso le cortó las manos— al punto de que el cráneo jamás fue encontrado.

ÉL ERA EL ASESINO DEL TORSO

Por muchos años se buscaba saber quien era la persona que cometió diversos asesinatos en New Jersey, Estados Unidos. Aquellas escenas criminales que jamás tenían respuesta y generaban incertidumbre en la policía por hallar al responsable. Hasta que se conoció que era Richard Cottingham, conocido como “El Asesino del Torso”. Fue responsable al menos de otras 9 mujeres más. ¿Cómo logró que esto se resolviera? Weiss decidió hacer algo para ayudar a darle justicia a quienes este depredador ultimó.

“La magnitud de lo que hizo es insondable, pero me hice amiga de Richard por el bien de mi madre y por mi búsqueda (…) Estoy haciendo estos por las madres que perdieron a sus hijas y a mi propia madre. Y para estas chicas que sus vidas terminaron una noche o un día por Richard jugando a ser Dios. No estaré tranquila hasta que averigüemos quienes eran. Por eso hago lo que hago”, declaró Jennifer a NewJersey.com.

En 2010, Cottingham se declaró culpable del asesinato de Nancy Vogel en 1967. También confesó bajo inmunidad los homicidios de 1968 y 1969 de las adolescentes de Nueva Jersey Jackie Harp, Irene Blase y Denise Falasca.

Más recientemente, en abril de 2021, Cottingham confesó y se declaró culpable del doble secuestro y asesinato de Lorraine Marie Kelly (16) y Mary Ann Pryor (17) en 1974. Además, admitió que llevó a las dos niñas a una habitación de un motel donde las ató, las violó y luego las ahogó en la bañera.

Por esta razón, Jennifer se armó de valor para mantener este vínculo amical y logró su cometido: Richard confesó sus crímenes que dieron muchas respuestas a los familiares de sus víctimas. El primer encuentro que tuvieron ellos fue en 2017, cuando ella decidió visitar al sujeto que hoy cuenta con 75 años: “Empecé a escribirle a Richard y pedirle que pusiera en su lista de invitados (de la prisión). Lo hice alegre y le hice muy cómodo decir ‘sí’”.

Jennifer y Richard interactuando en prisión. Foto: newjersey.com.
Jennifer y Richard interactuando en prisión. Foto: newjersey.com.

Richard Cottingham confesó que conoció a la madre de Jennifer en un lapso de 2 años. “Eso es algo, desafortunadamente, con lo que tendré que lidiar”, expresó Jennifer.

“Sabía lo que quería y lo dejé muy claro (…) les doy mi amistad para conocer los detalles de los crímenes”, contó a PIX11, recordando el momento que vio primera vez al asesino de su madre. En esa línea, señalo lo siguiente: “Una vez que comencé a averiguar detalles sobre el crimen de mi madre, fue cuando abrió la puerta para hablar sobre las otras mujeres que asesinó. Creo que tenemos hasta 75 casos sin resolver”. Este caso fue uno de los más polémicas en Times Square, al punto que se ha sacado un documental en Netflix.

EL ASESINO DEL TORSO ESTÁ EN NETFLIX

El documental de Netflix Crime Scene: The Times Square Killer examina el notorio caso de Richard Cottingham, también conocido como ‘The Torso Killer’ — se ganó dicho apodo por cortar las extremidades de las víctimas y decapitarles la cabeza— quien afirmó haber violado, masacrado y mutilado a más de 100 mujeres entre 1967 y 1980. Actualmente cumple una sentencia de prisión de 200 años y pero ha sido condenado y acusado solamente de 11 asesinatos.

Además, Richard mencionó que ha cometido hasta 105 asesinatos en total en el transcurso de su carrera homicida, 80 de los cuales describió como ‘asesinatos perfectos’.

Según Daily Mail, Cottingham afirmó que cometió estos asesinatos cada dos semanas durante 13 años: “Fue un tipo de cosas constante”, dijo. “Volaba por debajo del radar, nadie lo sabía”. La serie consta de tres episodios y comienza con los bomberos de Nueva York respondiendo en diciembre de 1979 a la llamada por un incendio originado en una habitación del Travel Inn Motor Hotel, en la calle 42. Cuando disiparon las llamas, los bomberos encontraron los cuerpos mutilados, con las cabezas y las manos amputadas de dos prostitutas.

La nueva serie documental 'Crime Scene' de Netflix examina el notorio caso de Richard Cottingham, que dejó un rastro sangriento de víctimas entre 1967 y 1980. Cottingham apuntó a las trabajadoras sexuales en Times Square antes de torturar y mutilar sus cuerpos, a menudo dejando solo sus torsos como prueba. Foto: Netflix.
La nueva serie documental ‘Crime Scene’ de Netflix examina el notorio caso de Richard Cottingham, que dejó un rastro sangriento de víctimas entre 1967 y 1980. Cottingham apuntó a las trabajadoras sexuales en Times Square antes de torturar y mutilar sus cuerpos, a menudo dejando solo sus torsos como prueba. Foto: Netflix.

El documental también destaca una conversación con Jennifer Weiss, la hija biológica de Deedah Goodarzi, quien fue noticia el año pasado cuando entabló una amistad poco probable con el asesino de su madre mientras él cumplía su sentencia de prisión. “Todas las mujeres que Richard mató dejaron este mundo de una manera horrible”, dijo en el documental. “Siempre me pesa mucho”, afirmó.

“Así que ahora mantengo una relación con Richard porque quiero los nombres de las víctimas no identificadas que tomó. Vidas que nunca se materializaron. Creo que debemos recordarlos porque merecen justicia “, agregó.

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