Vietnam logró mantener un crecimiento positivo de su economía en el segundo trimestre con un avance interanual del 0,36 por ciento, su cifra más baja en una década por el impacto de la crisis del coronavirus.
La Oficina General de Estadística del gobierno de Hanói achacó el tímido avance del Producto Interior Bruto (PIB) entre abril y junio -hace un año aumentó un 6,73 por ciento en el mismo periodo- a los efectos de la pandemia de la COVID-19, que Vietnam ha sorteado hasta el momento sin ningún muerto.
«El complicado desarrollo de la pandemia de COVID-19 ha dejado un impacto negativo en todos los aspectos socioeconómicos», señaló el organismo en un comunicado.
El sector más dañado fue el de los servicios, que se contrajo un 1,76 por ciento, mientras que el sector primario y el secundario lograron expandirse con crecimientos respectivos del 1,72 y el 1,38 por ciento.
Una buena gestión
Vietnam ha sido uno de los países que mejor han gestionado la crisis sanitaria del coronavirus, con 355 casos, ningún muerto y 73 días consecutivos sin ningún contagio comunitario.
El país ha recuperado la normalidad interna, pero el sector turístico está sufriendo por el cierre de fronteras y los sectores productivos acusan la caída de la demanda internacional, que ha provocado una disminución interanual de las exportaciones del 1,1 por ciento en la primera mitad del año.
Las importaciones en el mismo periodo también han decrecido en un 3 por ciento.
El Fondo Monetario Internacional estima que la economía vietnamita crecerá un 2,7 por ciento en 2020, muy por debajo del 7 por ciento con el que concluyó 2019, pero el gobierno comunista de Hanói se ha fijado como objetivo superar el 5 por ciento. EFE