El dolor de Katia Castilho todavía la mantiene despierta por las noches.
KATIA CASTILHO
Pie de foto,
Irene (centro) y Norberto (a su izquierda) habrían celebrado su 54 aniversario de bodas en mayo.
Por BBC
Perdió a sus padres con un mes de diferencia en el apogeo de la segunda ola de Covid en Brasil, cuando las muertes diarias ascendían a 4.000.
Estaban a punto de celebrar su aniversario de boda número 54.
En ese momento, Castilho no podía saber que la historia de sus padres sería también uno de los mayores escándalos sanitarios de la pandemia, incluyendo curas falsas de covid, tratamientos no aprobados y experimentos realizados en pacientes sin su consentimiento.
Primeros síntomas
Fue su padre Norberto el primero en mostrar los síntomas en marzo.
“Él tenía enfisema en los pulmones (una condición que causa dificultad para respirar), así que sabíamos que él ni podía pensar en contraer esta enfermedad”, dice Castilho a la BBC.
Norberto fue llevado a un hospital público en la ciudad de Sao Paulo. Pero Castilho, quien vive a casi 3.000 kilómetros de distancia, nunca más fue capaz de verlo en persona otra vez: murió solo cinco días después de haber sido ingresado.
“Todavía tengo el último video de él diciendo adiós antes de ser intubado y diciéndome que comería mi comida después de dejar el hospital”, recuerda Castilho.
Mientras su padre estaba en el hospital, Castilho había llegado a la ciudad para cuidar a su madre Irene, quien estaba mostrando los primeros síntomas de Covid.
Se pusieron en contacto con su proveedor de atención médica privada, Prevent Senior, y se les envió un”kitcovid”, un controvertido paquete con medicamentos como hidroxicloroquina, azitromicina e ivermectina.
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