Unos 15 países, incluyendo de América Latina y la Unión Europea, llegarán a Colombia este 25 de abril para la conferencia anunciada por el presidente Gustavo Petro. El encuentro busca reactivar el diálogo entre la oposición y el oficialismo de Venezuela. Sin embargo, hay muchas dudas al respecto.
Desde las Naciones Unidas, el Canciller colombiano, Álvaro Leyva, confirmó el evento que se presume estuvo antecedido por la última visita que Petro hizo a Caracas, además de la de su embajador Armando Benedetti a Estados Unidos, abonando el terreno.
Aunque el oficialismo y la oposición han sido cautelosos, se espera que ambas partes asistan. El canciller Leyva, además, reveló que posterior a la conferencia es posible que el presidente Petro convoque a los diferentes partidos de la oposición a asistir a un diálogo.
Aún hay expectativa por saber si Estados Unidos participará en la reunión. Leyva aseguró que Antony Blinken no iría al encuentro. Washington es un actor principal en el proceso de diálogo pese a que no figura como acompañante formal en el proceso, a diferencia de Países Bajos y Rusia.
Analistas coinciden en que, si bien es una iniciativa favorable, tiene sus matices, especialmente porque el mandatario colombiano se ha mostrado más hacia el lado de Nicolás Maduro.
El líder venezolano, de hecho, decidió interrumpir el proceso de diálogo iniciado en México. Primero, por no obtener la liberación de Alex Saab y, segundo, porque no ha sido liberado un fondo de 3 millardos de dólares que se había pactado con la oposición.
Gracias a los exembajadores de Estados Unidos en Colombia por recibirme. A ellos, les informé el estado actual de las relaciones entre Colombia y Venezuela, y por qué era fundamental restablecerlas. pic.twitter.com/07XEWxgwnR
— Armando Benedetti (@AABenedetti) March 20, 2023
Para Stalin González, integrante de la Plataforma Unitaria, el grupo que representa a la oposición en el diálogo, “el papel de Colombia es importante (…). Petro puede ayudar a destrabar algunas cosas y se pone a la región a hablar sobre el tema de Venezuela”, dijo el dirigente a EL TIEMPO.
González cree que la propuesta de Petro es una nueva oportunidad para “buscar una salida a la crisis y llegar a la estabilidad. Agradecemos todas las iniciativas”.
Sin embargo, analistas y académicos creen que hay que mirar varios aspectos, como la neutralidad de Petro, la migración venezolana, los intereses políticos de Maduro y la confianza real que pueda tener la oposición en el mandatario colombiano cercano al chavismo.
“Petro ha invertido mucho en la relación con Venezuela”, dice a EL TIEMPO Theodore Kahn, director asociado de Control Risks, quien a la vez resalta la buena relación entre Bogotá y Washington, “con quien es posible que haya una reunión antes de la conferencia”.
Al parecer, estos antecedentes dan credenciales al presidente colombiano para estar bien posicionado y facilitar el diálogo teniendo como actor central a Estados Unidos.
“Ahora bien, sigue siendo poco lo que pueda hacer Petro para convencer a Maduro a hacer concesiones que él no está dispuesto a hacer”, enfatiza Kahn.
Y precisamente Maduro ha vuelto a cargar contra los estadounidenses.
“Un vocero gringo salió a amenazar a Venezuela. Salió a decir que si Venezuela no avanza en los diálogos políticos con el sector bandido, corrupto y vende patria de la Plataforma Unitaria, ellos tomarían represalias y sanciones contra nuestro país. Yo le digo al vocero gringo: ¡vocero gringo, lárgate bien al carajo porque a Venezuela se respeta! No aceptamos amenazas del Gobierno de los Estados Unidos. Aquí estamos de pie por esfuerzo propio y seguiremos avanzando por esfuerzo propio. Venezuela no acepta amenazas de nadie”, dijo el jueves.
Con el récord de actuaciones del chavismo, el escepticismo sobre la cumbre y sus resultados sale a flote. Víctor Mijares, profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Globales de la Universidad de Los Andes de Colombia, resalta que existe la probabilidad de que no haya credibilidad real de Petro en los sectores opositores, pero además considera que esta iniciativa “sin duda” le da un aire a Maduro.
Y ese aire viene dado porque el mandatario venezolano ha visto en la Colombia de Gustavo Petro una puerta de entrada o reingreso a la comunidad internacional, en un momento en el que está todavía bajo sanciones importantes”, detalla Mijares quien agrega que Maduro ve a Colombia como un operador político-diplomático capaz de ayudarlo a levantar sanciones.
“Es una oportunidad muy importante para el chavismo- madurista en busca de reinserción”.
Sobre ello, Khan, de Control Risk, hace una advertencia que coincide con Mijares, considerando que si bien la propuesta de Colombia es interesante, puede también dispersar las negociaciones y esto “le sirve a Maduro porque le quita presión de volver a la mesa en México, que es el espacio que la oposición ha priorizado y ha ido insistiendo en la necesidad de retomar”.
Convocaré en Colombia una conferencia internacional con el objetivo de construir la hoja de ruta que permita el dialogo político efectivo de la sociedad y el gobierno Venezolano.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) March 28, 2023
Desde el lado venezolano el tono es más esperanzador. El politólogo y periodista de la Universidad Central de Venezuela, Ricardo Sucre, cree que el tema de los recursos bloqueados en el exterior, a los que no puede acceder la administración venezolana, puede ser uno de los temas y aportes de Colombia quien por los momentos es un interlocutor confiable para el gobierno.
“El principal aporte puede ser poner en la mesa cuáles son las trabas”, explica Sucre alegando también que no se buscaría sustituir el proceso de México pero que además el mismo gobierno chavista siente comodidad y no busca reconocimiento porque ya habla con Estados Unidos y ha dejado claro que es Maduro quién tiene el control en el país.
Aunque los analistas no ven la invitación de Petro como “quid pro quo” por los diálogos del Ejército de Liberación Nacional y el Gobierno colombiano en Venezuela, sí consideran que forma parte de la puesta en marcha del acercamiento entre ambos países y que da paso a este llamado.
La migración
Si bien para el profesor de la Universidad Central de Venezuela, Jesús Rafael González, este proceso de diálogo es bastante complejo, “cualquier ayuda en favor de Venezuela es bien recibida y por eso es importante la iniciativa”.
González, quien además es integrante del Foro Cívico –un espacio generador de ideas- la complejidad de estos temas se basa en un factor que no siempre se toma en cuenta, y es que quienes quedan en medio son los ciudadanos, a quienes no se les brindan las soluciones urgentes, por lo que se necesita “entender que hay que aliviar la vida de los venezolanos”.
Sobre este apartado hace referencia Ronal Rodríguez, del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario de Colombia, con especial énfasis en la migración que está en el vecino país y que es una realidad innegable.
“Colombia debe entender su papel en caso venezolano de una forma más amplia”, apuna Rodríguez, ante la preocupación de que hay elementos “que no son menores y que el gobierno colombiano está pasando por encima de ellos e incluso tomando narrativas venezolanas”.
Y parte de esos elementos es la migración con la que el país debe hacer un abordaje pues se concentra el 40 por ciento del éxodo venezolano y en este momento Migración Colombia “perdió la transparencia de las cifras”, lo que da pie a que el gobierno de Maduro desmonte el tema de la diáspora.
Rodríguez también considera que en ese llamado a diálogo se deben abordar temas como la posible participación electoral de los venezolanos en Colombia en los próximos procesos que se den el vecino país.
“La recuperación de la democracia en Venezuela está ligada a la paz en Colombia”, dice Rodríguez al recordar que es todo un proceso conjunto que deben llevar a cabo los países, sabiendo que albergan realidades no solo migratorias sino la presencia en aumento del propio ELN en Venezuela.
Un aporte definitivo de Colombia es lograr que el diálogo continúe en México al tiempo que se encuentren las herramientas para que el Gobierno vuelva a sentarse pero además se comprometa a regresar a organismos multilaterales y empezar una dinámica de respeto de derechos humanos, coinciden los analistas. El Tiempo/GDA