Cientos de mujeres venezolanas quienes han partido a otras latitudes de Latinoamérica huyendo de la crisis, venden su cuerpo mantener a su familia, así lo indicó el medio digital Blu Radio, quien hace referencia a una mujer venezolana de 32 años de edad, quien ejerce como trabajadora sexual.
“La Catira” como conocen zuliana, labora en un estadero, donde, según informa la rubia, ofrece “cosas adicionales”.
Según reseñó el medio, la venezolana llegó a Barranquilla hace un año en busca de oportunidades que no consiguió, por ello debió dedicarse a la tarea más antigua del mundo.
La hermosa rubia, como la define el medio, vivía en San Fernando de Apure y contó al Blu Radio como pasó de ganar 20 mil pesos por más de 15 horas de trabajo diario a obtener más de 300 mil pesos por una noche de placer a varios clientes en un burdel en el centro de Barranquilla.
Así mismo, la venezolana relató, con una sonrisa en los labios, cómo las venezolanas despiertan celos entre las trabajadoras sexuales de la zona por aquella fama de que son mujeres bonitas y están cobrando barato los “polvos”.
Escuche aquí la primera entrega de este informe: