La carta abierta de una periodista latina a Donald Trump

«Nunca será presidente de los Estados Unidos», escribió María Elena Salinas, la presentadora del noticiero de Univisión en EEUU, tras los insultos racistas que lanzó el precandidato presidencial

La reconocida periodista hispana María Elena Salinas escribió una carta abierta tras las declaraciones del magnate estadounidense. Según el multimillonario, los inmigrantes mexicanos son «vendedores de droga» y «violadores» y México debía pagar un muro en la frontera con el dinero que recibe de las remesas.

Indignada, la presentadora del noticiero de Univisión en EEUU publicó su reflexión, en la que le agradece a Trump porque sus insultos lograron el efecto contrario al que él esperaba.

«Insultó a los mexicanos pero todos los latinos se sintieron aludidos», afirmó en su carta y le recordó al republicano convertido en insultador serial que «los inmigrantes indocumentados no están solos. Hay toda una comunidad dispuesta a usar su poder de voto para defenderlos«.

«Los hispanos nos hemos convertido en una fuerza que ni empresas ni políticos pueden ignorar. Más de 24 millones de latinos forman parte de la fuerza laboral. Mantenemos industrias que no podrían sobrevivir sin la mano de obra latina», afirmó.

Y le advirtió que su futuro no mejorará: «Donald Trump nunca será presidente de los Estados Unidos, digan lo que digan las encuestas. Aunque algunos en su partido estuvieran tomando en serio su candidatura, no puede ganar sin el voto hispano».

A continuación la carta completa de María Elena Salinas:

Los hispanos tenemos mucho que agradecer a Donald Trump. Por muy hirientes que fueron sus palabras tildando a los mexicanos que cruzan la frontera de narcotraficantes, criminales y violadores, éstas han tenido un efecto inaudito.

Lo que menos imaginó cuando lanzó su precandidatura a la presidencia de Estados Unidos es que lograría resaltar el poder de los hispanos en este país. Insultó a los mexicanos pero todos los latinos se sintieron aludidos. Las reacciones han ido desde burlas e insultos hacia Trump hasta expresiones de rabia e indignación. Aunque quizás lo más impresionante ha sido cómo medios de comunicación, empresas e importantes figuras del entretenimiento se han distanciado de él o han roto cualquier vínculo con sus empresas y eventos. La indignación ha repercutido más allá de la frontera con México, donde los comentarios despectivos de Trump también podrían afectar sus intereses económicos.

Y eso se logró porque los hispanos no nos quedamos callados. Líderes de las organizaciones hispanas más influyentes del país se pronunciaron en contra de los insultos de Trump y ciudadanos comunes, hartos de la retórica negativa hacia los hispanos, tomaron acción.

Ciudadanos como Guillermo Castañeda Jr, quien inició una petición en www.change.org que logró recopilar cientos de miles de firmas pidiéndole a la cadena NBC que siguiera el paso de Univisión y dejara de transmitir Miss USA, Miss Universo y otros programas vinculados con Trump. Gente como Adriana Almanza, quien le escribió una carta al señor Trump diciéndole, con gran elocuencia, lo orgullosa que está de su padre, que llegó a este país hace 30 años como inmigrante indocumentado y trabajó arduamente hasta convertirse en un integrante productivo de esta sociedad. Como méxico-americana, hija de un padre que vivió por años como indocumentado, me identifico con Adriana y le agradezco que haya alzado su voz en nombre de millones que sentimos ese mismo orgullo de nuestra herencia cultural.

Los hispanos nos hemos convertido en una fuerza que ni empresas ni políticos pueden ignorar. Más de 24 millones de latinos forman parte de la fuerza laboral. Mantenemos industrias que no podrían sobrevivir sin la mano de obra latina, como las de agricultura, servicios y construcción. Como consumidores, el poder adquisitivo de los latinos asciende ya a 1,5 trillones de dólares y, de acuerdo con la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos (USHCC, por sus siglas en inglés), hay unos 3,2 millones de empresas de hispanos en todo el país que contribuyen más de 486 mil millones de dólares a la economía de este país.

El poder político de los hispanos es indiscutible. Hay casi 24 millones de hispanos habilitados para votar y 4 millones de inmigrantes latinos que podrían solicitar la ciudadanía. Los políticos que se oponen a una reforma migratoria o tratan de invalidar las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama tienen que entender que los inmigrantes indocumentados no están solos. Hay toda una comunidad dispuesta a usar su poder de voto para defenderlos. De hecho, no se dan cuenta de que van en contra de la corriente. Un estudio del Centro de Investigaciones Pew muestra que un 72 por ciento de los estadounidenses favorece un camino a la ciudadanía para indocumentados que cumplan ciertos requisitos, incluyendo 56 por ciento de republicanos.

Aun así, es preocupante ver la cantidad de gente que sí está de acuerdo con Trump y lo sigue apoyando a pesar de sus declaraciones divisivas colocándolo segundo y, en algunos casos, primero en las encuestas entre votantes republicanos. Eso nos muestra que hay un sector de la población que guarda un fuerte resentimiento hacia los inmigrantes hispanos y lo único que logran comentarios como los de Trump es alimentar la xenofobia.

Donald Trump nunca será presidente de los Estados Unidos, digan lo que digan las encuestas. Aunque algunos en su partido estuvieran tomando en serio su candidatura, no puede ganar sin el voto hispano y ese lo perdió en el mismo instante que lanzó su candidatura.

Lo que protagonizó Trump fue uno de esos eventos de transformación que marcan un antes y un después. El efecto Trump ha fortalecido a los hispanos en Estados Unidos a tal punto que cualquier político tendrá que pensarlo dos veces antes de insultarnos o ignorarnos.

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