La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, presentó el 16 de agosto su programa económico, enfocado en conjurar la crisis de vivienda y sostener el poder adquisitivo mediante medidas fiscales y nuevas normas.
La demócrata de 59 años de edad acudió a Carolina del Norte para presentar sus ideas, pero su equipo de campaña ya introdujo algunas a debate.
Una de ellas es la construcción de tres millones de nuevas viviendas para enfrentar la «escasez» de techos. Se complementa con una ayuda para los compradores primerizos, de hasta 25.000 dólares, e incluso leyes para desalentar la especulación inmobiliaria.
Créditos y control de precios
Harris promete ayudar a las familias con créditos fiscales para aquellas que tienen recién nacidos, con montos que pueden alcanzar los 6.000 dólares.
La candidata demócrata plantea además controlar a las empresas que «inflan» los precios más allá de lo necesario, en particular en el rubro alimentario.
En temas de salud, quiere extender a toda la población un dispositivo que pone un tope de 35 dólares mensuales al costo de la insulina para los ancianos y buscar solución al problema de las deudas contraídas para pagar tratamientos médicos.
Harris sabe que el costo de vida, que sigue alto luego de años de inflación, afecta políticamente al gobierno que integra con Joe Biden, a pesar de un crecimiento robusto y un mercado laboral sólido.
Trump califica el plan de Harris como comunista
«¡La camarada Harris a fondo en el comunismo!», reaccionó el viernes Trump, que critica en particular la idea de controlar precios.
«Hubo en la Historia múltiples tentativas de limitar los precios y fracasaron porque llevaron a filas delante de las tiendas, escasez y una explosión de la desigualdad», criticó el millonario republicano de 78 años.
El equipo de campaña de Harris acusa al republicano de preparar regalos impositivos a «sus amigos ultra ricos».
Además, critican la política de subida de aranceles promovida por el expresidente porque, sostienen, impulsaría la inflación.
Según un sondeo publicado el viernes por la universidad de Michigan, 41% de los consumidores consideran que la vicepresidenta es una mejor candidata para la economía, y 38% creen que Trump es el indicado en este terreno.
Anteriormente, Trump dominaba ampliamente en esta materia sobre Joe Biden en las encuestas de opinión.
La demócrata desató la furia de Trump al proponer eliminar impuestos sobre las propinas en el sector de hotelería y restauración, y el republicano la acusó de «plagiar» una de sus ideas.
La vicepresidenta prometió que aumentará el salario mínimo en caso de ganar el 5 de noviembre. AFP