Con mucha dificultad los médicos intentaron controlar a la víctima, sin embargo, tuvo que pasar más de media hora para que finalmente se tranquilizara.
Su personalidad cambió, su voz era otra, no tenía control de su cuerpo y evocaba al demonio. Patricia Quispe Condori, de 18 años, tuvo este extraño comportamiento tras sufrir una serie de convulsiones.
Según testigos, ella presentó una aparente posesión satánica luego de jugar a la ouija en una reunión con amigos, reseña América TV.
El domingo en la madrugada Patricia empezó a botar espuma por la boca, su familia llamó al serenazgo (vigilante) y desde su casa, ubicada en la zona de Ñaña en Chosica, Perú, la llevaron de emergencia a un centro de salud.
Varios vecinos aseguraron que la joven habría usado una aplicación de su celular para invocar espíritus y jugar la ouija. Con mucha dificultad los médicos intentaron controlar a la víctima, sin embargo, tuvo que pasar más de media hora para que finalmente se tranquilizara.