John Neira es un pescador venezolano que conmovió a Colombia, luego de que le decomisaron su mercancía cuando intentó pasar el puente Simón Bolívar para venderla y poder llevar alimento a su casa.
Según reseñó la revista Semana, hace 15 días, un oficial de la Dian le decomisó 6 kilos de pescado que llevaba en una maleta y los echó en una caneca con cal. Ese día, el hombre pasó cinco horas y medias para llegar al cruce.
Una vez que le quitaron lo que cargaba, el pescador lloraba “desconsolado”. Mientras se secaba las lágrimas intentaba explicarles a las autoridades que el pescado era la única forma de llevar comida a su hogar.
John vive en San Rafael del Piñal, una zona rural ubicado en el estado Táchira, a unas 12 horas de Caracas, con sus padres, su esposa e hija de dos años en una casa de concreto que tiene tres habitaciones.
“No tenemos muchos corotos: dos camitas, la cuna de Judith (que nos la regalaron) y un televisor que ya no funciona porque la niña le dañó el control y el decodificador“, comentó al tiempo que agregó que sus otros bienes materiales son: Una cocina que le costó lo que ahora valen cinco huevos, una moto dañada que le regaló su hermano y no reparará por los altos precios de los repuestos y una atarraya con la que pesca.
Pese a que prometió no volver a la frontera, tuvo que hacerlo porque cientos de colombianos lo ayudaron luego que el video del medio que se hizo viral por lo ocurrido. Le ofrecieron casa, trabajo y querían enviarle dinero para ayudarlo.
“Al principio no creí que fueran tantas, pero después los periodistas me mostraron los correos y quedé impresionado. Hablé con varias de ellas y me preguntaban cómo estaba mi familia, si mi hija estaba comiendo bien. Qué bonito”, apuntó el venezolano.