El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó este martes en Brasilia un decreto que facilita la posesión de armas, una de sus principales promesas en la campaña electoral.
«Para garantizar [al pueblo] el legítimo derecho a la defensa, como presidente voy a usar esta arma», dijo Bolsonaro, quien acto seguido sacó un bolígrafo para firmar el decreto.
Además, señaló que el pueblo decidió comprar armas y municiones y no podemos negar lo que el pueblo quiere en este momento».
El decreto
Con el decreto, será más fácil cumplir los requisitos para obtener el permiso de posesión armas que otorga la Policía Federal.
El texto establece que la posesión de armas en casa tendrá que ser por «efectiva necesidad» y los ciudadanos deberán cumplir los siguientes criterios: ser un agente público de ciertas categorías, un militar, residir en un área rural o urbana con elevados índices de violencia, con una tasa de homicidios mayor a 10 por cada 100.000 habitantes, ser responsable legal de establecimientos comerciales o industriales o un coleccionista o cazador registrado.
Los brasileños tendrán derecho a comprar hasta cuarto armas de fuego, límite que podrá aumentarse en casos específicos, y el plazo de duración de licencias se amplía de cinco a diez años.
Estas personas tendrán que justificar la existencia de una caja fuerte o un lugar seguro para almacenar las armas en aquellas casas donde vivan niños, adolescentes o personas con discapacidad mental.
El decreto mantiene normas ya existentes como, por ejemplo, tener 25 años y una ocupación lícita, realizar un curso de manejo de armas y no tener antecedentes penales. El porte de armas sigue siendo reservado para policías, militares y personal de seguridad.
División
La flexibilización de la posesión de armas es un tema que ha dividido a la sociedad brasileña. Según una encuesta del Instituto Datafolha, un 61% de los entrevistados consideraron que la posesión de armas debe prohibirse por representar una amenaza a la vida de otras personas.
El 2017 fue el año más mortífero en la historia criminal de Brasil, al registrar 63.880 asesinatos, una cantidad récord en este país.