Como cada año, la vida se detuvo en todo Israel durante dos minutos el jueves a las 10H00 (07H00 GMT) al son de las sirenas, para marcar el día del Holocausto en memoria de las seis millones de víctimas judías del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Los automovilistas descendieron de sus vehículos, los autobuses se detuvieron, al igual que los peatones que meditaron un instante en las calles.
En la puerta de los comercios y las oficinas, los israelíes recordaron el Holocausto de pie, a menudo con la cabeza baja. Lo mismo hicieron los estudiantes en los establecimientos escolares.
La víspera, durante una ceremonia en el memorial del Holocausto, Yad Vashem, en Jerusalén, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu denunció el aumento del antisemitismo en el mundo.
«Vivimos una paradoja: la admiración en todo el mundo por el Estado de los judíos se acompaña en ciertos medios con un aumento del antisemitismo», declaró Netanyahu.
El primer ministro se refirió por ejemplo al reciente atentado que dejó un muerto en una sinagoga en California y a un dibujo, publicado en el periódico New York Times, con un perro guía llevando al presidente estadounidense Donald Trump ciego y con una kipa en la cabeza.
El diario estadounidenses había pedido disculpas el sábado tras la publicación del dibujo, reconociendo que «incluía clichés antisemitas».
El antisemitismo avanza en Europa y en América del Norte, según un informe del Centro Kantor publicado el miércoles por el Congreso Judío europeo.
El aumento de la violencia antisemita, las amenazas y el acoso fueron revelados por múltiples estudios, entre ellos de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (UE) y la Liga Antidifamación (ADL) estadounidense.