Desde las 6:30 de la mañana, Hamás mantiene el lanzamiento de miles de cohetes desde la Franja, mientras que logró infiltrar en Israel a milicianos, un hecho inédito que en comunidades del sur derivó en enfrentamientos a tiros con las tropas israelíes. Por el momento, Israel reporta 22 muertos y 545 hospitalizaciones; del lado palestino ya se suman 4 muertos por los bombardeos israelíes en represalia. En medio, Benjamin Netanyahu asegura que su Estado «ganará» la guerra.
El ataque gazatí de nombre ‘Inundación de Al-Aqsa’ ha tomado totalmente desprevenido a un Israel que hoy sábado amanecía en el descanso judío del Shabbat. Y es que las Brigadas de Al-Qasam, el brazo armado del grupo Hamás, lanzaron de forma inédita, alrededor de las 6:30 de la mañana, un operativo triple por aire, tierra y mar contra Israel, que contabiliza mínimo 5.000 cohetes desde la Franja según Hamás, y 2.500 según fuerzas israelíes.
Los cohetes no interceptados por el sistema israelí Cúpula de Hierro causaron destrozos en calles y edificios del sur y el centro del territorio, y han matado al menos a 22 israelíes, causando también 545 hospitalizaciones por heridas.
En un inicio, en la ciudad beduina de Kuseife, a unos 65 kilómetros de la Franja, al menos 4 personas fallecieron por el impacto de los misiles, mientras que en el área de Gderot una mujer de 60 años murió «por un impacto directo».
No obstante, a diferencia de otros lanzamientos, lo sorpresivo es que estos fueron acompañados de infiltraciones de milicianos palestinos en Israel, tanto a pie, por botes acuáticos y hasta paracaídas. Numerosas publicaciones de los residentes del sur del territorio muestran a combatientes de la organización islamista caminando por algunas calles, mientras que, de acuerdo al Ejército israelí, al menos siete lugares protagonizan enfrentamientos armados entre sus tropas y los militantes introducidos desde el enclave.
En uno de ellos, durante el intercambio de disparos, murió el líder del consejo regional de Sha’ar HaNegev, Ofir Liebstein. Con todo, unos ataques que han llevado a Israel a declararse en un «estado de guerra» y a responder con bombardeos sobre posiciones de Hamás en Gaza, además de imponer un estado de emergencia en un área de 80 kilómetros alrededor del enclave y convocar de forma masiva a sus reservistas.
Al menos 22 israelíes y cuatro palestinos muertos
Hasta ahora solo se habían contabilizado 22 fallecidos del lado israelí por los múltiples ataques desde Gaza, pero la agencia española ‘EFE’ reportó asimismo que cuatro palestinos del enclave murieron como consecuencia de los bombardeos israelíes en la Franja.
Según las fuentes palestinas en las que se apoya ‘EFE’, entre las víctimas en Gaza hay un periodista; mientras que el Ministerio de Salud israelí confirmó que entre sus fallecidos hay un paramédico, y al menos 545 israelíes han sido hospitalizados desde el inicio de las operaciones.
Por su parte, Magen David Adom, el servicio de emergencias de Israel, denunció que Hamás tomó el control de dos de sus ambulancias.