Irán desmintió categóricamente este viernes que Estados Unidos destruyera uno de sus drones en el estrecho de Ormuz, después de que el presidente Donald Trump lo asegurara, y calificó sus afirmaciones de “delirantes”.
El jueves, el presidente estadounidense afirmó que un navío de su país, el “USS Boxer”, había destruido en el estrecho de Ormuz un dron iraní que se acercaba peligrosamente.
“Afirmaciones delirantes y sin fundamento”, reaccionó este viernes el general de brigada y portavoz de las fuerzas armadas Abdolfazl Shekarchi, citado por la agencia Tasnim.
“Todos los drones (…) regresaron a su base”, declaró el militar
“No hay ningún informe sobre un enfrentamiento con el ‘USS Boxer’”, agregó el responsable.
Estados Unidos pudo abatir “uno de sus propios” drones “por error” en el estrecho de Ormuz, estimó este viernes el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abas Araghchi.
La zona del Golfo y del Estrecho de Ormuz –por donde pasa un tercio del transporte marítimo de petróleo del mundo– está en el centro del creciente enfrentamiento entre Estados Unidos e Irán.
Según Trump, el dron iraní se acercó a menos de 1.000 yardas (un poco menos de 1.000 metros) del “USS Boxer”, que tomó una “acción defensiva”.
“El dron fue destruido inmediatamente”, señaló el presidente.
– Coalición –
Un comunicado del Pentágono no precisa ni la nacionalidad del dron ni lo que ocurrió con él tras su destrucción.
Pero para Trump, esta fue la última de las “muchas acciones provocadoras y hostiles de Irán contra los buques que operan en aguas internacionales”.
“Estados Unidos se reserva el derecho de defender las instalaciones de su personal, y sus intereses” agregó. También exhortó a “los demás países a proteger sus navíos que pasan por el estrecho y a cooperar con nosotros en el futuro”.
Washington intenta formar una coalición internacional para escoltar a los buques mercantes en el Golfo. Por su lado, el jefe del Mando Central de Estados Unidos, Kenneth McKenzie, se comprometió “enérgicamente” el jueves a garantizar la seguridad del transporte marítimo en esta zona, durante una visita a Arabia Saudita, país rival de Irán en la región.
Washington ha reforzado su presencia militar en la región, acusando a Irán de estar detrás de actos de sabotaje contra cuatro buques-cisterna en las cercanías del estrecho de Ormuz en mayo pasado, y de dos ataques de origen desconocido a mediados de junio contra dos petroleros –uno japonés y otro noruego– frente a las costas iraníes en el golfo de Omán. Teherán niega estas acusaciones.
La tensión entre los dos países llegó a su máximo nivel el 20 de junio cuando Irán abatió un dron estadounidense que se hallaba, según Teherán, en su espacio aéreo.
Trump afirmó entonces que había anulado a última hora bombardeos de represalia.
– Incesante tensión –
Pocas horas antes del incidente en torno al dron iraní, los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite de la República Islámica, anunciaron que desde el 14 de julio mantienen retenido a “un petrolero extranjero” y a su tripulación por acusaciones de contrabando.
Irán se considera el guardián del Golfo y no cesa de denunciar la presencia militar extranjera –en primer lugar, la de Estados Unidos– en este brazo de mar.
Las tensiones entre Irán y Estados Unidos han vuelto a emerger con fuerza desde 2018.
Después de retirarse unilateralmente del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní de 2015, Washington volvió a imponer sanciones que afectan gravemente a la República Islámica y llevaron a su economía a caer en recesión.
Desde el pasado mes de mayo Irán ha empezado a incumplir varios compromisos previstos en el acuerdo de 2015. Según Teherán, se trata de una estrategia orientada a presionar a las otras potencias que firmaron el acuerdo para que tomen medidas que garanticen la supervivencia del pacto. AFP