Una tormenta invernal de una rara intensidad barrió Estados Unidos el viernes, provocando cierres de rutas y aeropuertos en gran parte del país en víspera de Navidad.
«Más de 240 millones de personas (más del 70% de la población) están afectadas por alertas meteorológicas», dijo el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) en su boletín de la madrugada del viernes.
Las condiciones son muy peligrosas para la circulación, advirtieron las autoridades.
Se espera que millones de personas salieran a las carreteras y abordaran vuelos para estas vacaciones de Navidad y año nuevo, marcando un retorno a los niveles de movilidad previos a la pandemia.
El sitio especializado Flightaware contabilizaba más de 3.290 vuelos cancelados. Los aeropuertos más afectados eran los de Seattle (noroeste), Nueva York, Detroit, Chicago (norte) y Denver (centro).
El jueves, alrededor del 10% de los vuelos habían sido cancelados, dijo el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, este viernes en MSNBC. «Varios de los centros aéreos más grandes se ven afectados», agregó.
«Por favor, tomen esta tormenta con extrema seriedad», instó el jueves el presidente Joe Biden. «Animo a todos (…) a escuchar las advertencias a nivel local. Es serio».
En Oklahoma dos personas murieron en la carretera el jueves.
De acuerdo a la Asociación Automovilística Estadounidense (AAA), unas 112 millones de personas conducirán al menos 80 kilómetros entre el 23 de diciembre y el 2 de enero.
Costas heladas
Varios estados, incluidos Nueva York, Oklahoma, Kentucky, Georgia y Carolina del Norte, se declararon en emergencia.
El fenómeno se extiende «desde la frontera canadiense hasta el Río Grande (en la frontera con México)», y desde la costa del Pacífico, en el noroeste, hasta la costa del Atlántico, en el este, señalan los meteorólogos estadounidenses.
Este sistema de baja presión provoca un fuerte choque entre una masa de aire muy frío proveniente del Ártico y otra tropical que llega desde el Golfo de México.
Una depresión es un sistema de baja presión atmosférica, a menudo sinónimo de mal tiempo: su dinámica genera corrientes ascendentes que provocan nubes y precipitaciones.
Esto hace extraordinaria la situación actual es que la presión atmosférica se desplomó muy rápidamente, en menos de 24 horas.
El pronóstico meteorológico contempla temperaturas de hasta -40 °C en el norte del país para el mediodía del viernes y bajo cero hasta la costa de Texas.
También en Canadá
Ya se han batido varios récords de frío: -53°C en el oeste de Canadá, -38°C en Minnesota, y más al sur, donde las temperaturas suelen ser más moderadas en esta época del año: -13°C en Dallas, -8°C en Houston.
Este sistema provoca fuertes nevadas en el norte del país, especialmente en la región de los Grandes Lagos.
Casi un millón de estadounidenses estaban sin electricidad en la mañana del viernes, sobre todo en el sureste del país (Georgia, Carolina del Norte, Texas, Connecticut), según el sitio especializado Poweroutage.us.
En Dakota del Norte, las rutas principales están cerradas «por la nieve y el viento, con zonas de visibilidad casi inexistente y hielo», señalan las autoridades estatales, que aconsejan a los viajeros que no salir a la carretera en estas condiciones.
Canadá también se preparaba para «temperaturas inusualmente bajas para la temporada», con fuertes nevadas y posibles lluvias heladas en algunas áreas.
Las autoridades han animado a los residentes de Quebec, por ejemplo, a «preparar planes de contingencia y llevar equipos de emergencia que contengan agua potable, alimentos, medicinas, un botiquín de primeros auxilios y una linterna».
El frío ha llevado a algunas personas a lanzarse al «reto del agua hirviendo»: publican vídeos en los que tiran agua muy caliente al aire para verla cristalizarse inmediatamente.