El cargamento, con más de 100.000 litros, ha llegado ya a la ciudad brasileña de Manaos, que atraviesa una nueva crisis sanitaria por el coronavirus.
La noticia del envío de oxígeno venezolano a Manaos (en el estado de Amazonas), que atraviesa un colapso de su sistema sanitario por el coronavirus, ha generado una agria reacción en el presidente de ese país, Jair Bolsonaro, quien ha expresado un «agradecimiento» cargado de despiadadas burlas.
En un tuit publicado casi a la medianoche del martes, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, informó que finalmente habían arribado a la ciudad brasileña los seis camiones cisternas que salieron de la ciudad venezolana de Puerto Ordaz, a unos 1.500 kilómetros, el pasado sábado.
https://twitter.com/jaarreaza/status/1351712490565095424?ref_src=twsrc%5Etfw
En otro trino, la periodista brasileña Fania Rodrigues colgó un video con la reacción de un grupo de personas que esperaba la llegada de convoy.
https://twitter.com/FaniaRodrigues/status/1351896135443619844?ref_src=twsrc%5Etfw
Caracas informó previamente que los 136.000 litros de oxígeno hospitalario producidos por la estatal Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro eran equivalentes a 14.000 cilindros. Estos tanques serán destinados a los pacientes con deficiencias respiratorias que mantienen abarrotados los centro de salud en esa ciudad del norte de Brasil.
¿Qué dijo Bolsonaro?
El lunes pasado, cuando el contingente de vehículos llegó a la frontera con Brasil, Bolsonaro, quien no reconoce a su par venezolano como legítimo, hizo comentarios sarcásticos sobre la situación económica venezolana desde Brasilia, sede del Gobierno central.
«Si Maduro quiere suministrarnos oxígeno, podemos recibirlo sin ningún problema; pero podría ayudar en la emergencia de su pueblo también. Con el salario mínimo allí no se compra medio kilo de arroz», dijo en tono despectivo.
El ultraderechista también hizo bromas crueles sobre la situación del país vecino, que ha dejado de percibir el 99 % de sus ingresos en divisas en los últimos seis años producto de las medidas punitivas de EE.UU.
«No tienen perros allí, ¿por qué será? ¿Alguna peste? Se comieron todos los perros, se comieron todos los gatos», afirmó el mandatario brasileño antes de cargar contra el presidente bolivariano.
«Veo a idiotas elogiando: ‘miren a Maduro, qué corazón tan grande tiene’. Realmente, con aquel tamaño, 200 kilos y dos metros de altura, su corazón debe ser muy grande. Pero nada más allá de eso», finalizó.
Brasil y un grupo de gobiernos de la región reunidos en el Grupo de Lima, cónclave surgido en la Organización de Estados Americanos (OEA), sostienen que en Venezuela hay una «crisis humanitaria», de la que culpan al Gobierno. Al respecto, Caracas ha dicho que realmente existe una crisis económica, recrudecida por las sanciones en su contra, que ha afectado a los sectores más vulnerables.
Situación en Amazonas
El estado Amazonas, ubicado en norte brasileño y con 3,8 millones de habitantes, atraviesa una crisis sin precedentes. Actualmente hay unos 2.000 pacientes internados y los cementerios están abarrotados.
El consumo del gas fundamental en los unidades hospitalarias ha registrado un récord debido a que pasó de 5.000 metros cúbicos diarios a 76.000 (76 millones de litros).
La víspera, el gobernador amazonense, Wilson Lima, anunció en su cuenta de Twitter que había llegado el primer contingente de vacunas. Allí recibirán 256.000 dosis, de las cuales 50.000 han sido donadas por el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, con quien Bolsonaro también mantiene una disputa política por sus gestiones para acelerar el plan de inmunización sin el aval del Gobierno.
En medio de esta situación, ha habido protestas en varias ciudades y en Manaos, bastión del bolsonarismo en las presidenciales de 2018 y en las municipales de noviembre pasado, para pedir la renuncia del mandatario por su manejo de la crisis generada por la pandemia.
Mientras tanto, las cifras de contagios y fallecidos crece. Este miércoles, la Fundación de Vigilancia de Salud de Amazonas (FVS-AM) informó que hay 1.537 nuevos casos, para un total de 233.971, mientras que 6.450 personas han muerto en esa entidad.
Nathaly Gómez/RT