Iglesia de Panamá apartó de sus funciones a tres sacerdotes por escándalo sexual

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La Iglesia católica de Panamá apartó de sus funciones a tres curas por conductas “inapropiadas” y “escandalosas”, después de que un medio digital revelara encuentros sexuales de sacerdotes con hombres, incluido un menor.

“La Arquidiócesis de Panamá se siente profundamente herida y avergonzada al recibir informaciones sobre las conductas inapropiadas y escandalosas de los sacerdotes Rogelio Topin, Orlando Rivera y Karl Madrid”, señala la Iglesia católica en un comunicado.

El escándalo se produce después de que el medio digital panameño “Claramente” publicara un video grabado con una cámara oculta por un joven venezolano que mantiene relaciones sexuales con el sacerdote Rogelio Topin en un auto. A pesar de que no se revela su edad, se detalla que no es un menor.

En la filmación, Cristian, nombre ficticio del joven, asegura que acaba de ser contratado “por un sacerdote de la iglesia católica” de Panamá “con el fin de tener relaciones sexuales”.

“No es la primera vez, lo hace tres y cuatro veces por semana (…) lo hago por la necesidad que tengo en este país, no es fácil. Lo grabo porque siento rabia y siento molestia”, añade Cristian con el rostro desfigurado en la imagen.

Según “Claramente”, Cristian trabajaba en la iglesia Don Bosco, ubicada en el céntrico barrio de Calidonia, en Ciudad de Panamá, haciendo labores manuales, cuando fue abordado por un cura que le propuso darle dinero a cambio de favores sexuales.

También se revelan audios y conversaciones por whatsapp de otros posibles encuentros sexuales de sacerdotes, a los que se les ofrece compañía con otros hombres, incluido un menor de edad nicaragüense.

Por este escándalo la Arquidiócesis de Panamá informó que ha tomado la decisión de separar de sus funciones a los tres sacerdotes con “el fin de restablecer la justicia, procurar la conversión del clero y reparar el escándalo causado”.

Este mismo año un popular sacerdote panameño fue imputado por encubrir presuntamente un crimen ocurrido en un hotel, donde el cura solía alquilar con regularidad una habitación y en la que, según algunos testigos, en ocasiones se realizaban orgías y fiestas.