El papa Francisco autorizó la beatificación del juez italiano Rosario Angelo Livatino, considerado «mártir» por haber sido asesinado en 1990 por combatir a la mafia siciliana, anunció este martes 22-D la Santa Sede en un comunicado.
La proclamación de su martirio se produce por «odium fidei», es decir, que fue asesinado por «odio a la fe», y es decisiva para su beatificación, porque de este modo no es necesario el reconocimiento de un milagro por su intercesión requerido en el cauce canónico.
El magistrado Livantino (Canicattì, 1952) fue asesinado el 21 de septiembre de 1990 por varios sicarios de la «Stidda», una organización criminal siciliana.
Los mafiosos le tendieron una emboscada en la carretera mientras se dirigía al tribunal en su coche sin escolta. Tras interceptarle con otro vehículo y una moto y sacarle de la carretera, el juez emprendió la huida a pie pero fue tiroteado hasta la muerte.
La mafia le buscaba por las condenas que dictó contra sicarios y capos, como a otros por entonces, como los célebres Giovanni Falcone y Paolo Borselino, asesinados por Cosa Nostra en 1992.
De este modo el papa Francisco ha reconocido la figura de este importante juez antimafia y su martirio ha quedado reconocido en un decreto emanado por la Congregación para las Causas de los Santos.
Francisco siempre se ha mostrado sensible con el tema de la mafia y de hecho en un viaje en julio de 2017 a la región italiana de Calabria (sur), feudo de la poderosa y violenta ‘Ndrangheta, anunció que los mafiosos estaban excomulgados.
Livatino, de fe católica, también recibió palabras de encomio en su momento por Juan Pablo II, que visitó a su familia poco antes de pronunciar su histórico discurso contra la Cosa Nostra en mayo de 1993 en Agrigento: «Convertíos», fue su grito a los criminales.
Francisco habló de él en 2019 como «un ejemplo no sólo para los magistrados sino para todos los que trabajan en el campo del derecho por la coherencia entre su fe y su compromiso de trabajo, y por la actualidad de sus reflexiones».
La noticia ha sido acogida con alegría por la sociedad civil siciliana y por las organizaciones antimafia.
El arzobismo de Agrigento, el cardenal Francesco Montenegro, encargado de llevar el proceso de su beatificación, dijo que Livatino será «el primer magistrado beato de la historia de la Iglesia» y defendió que Sicilia no solo es tierra de mafia sino también de «figuras extraordinarias».
También el presidente del Tribunal de Agrigento, Pietro María Falcone, ha declarado a los medios su alegría «como creyente y juez» por este reconocimiento pues, avisó, «la mafia no ha sido para nada extirpada».
El presidente de la asociación antimafia Libera, Luigi Ciotti, le recordó como «un juez valioso y un cristiano auténtico» y aseguró que su fe en Dios residía «en la búsqueda de la verdad y de la justicia».