Una joven venezolana que había sido reportada como desaparecida, fue encontrada muerta con signos de estrangulamiento en la ciudad de San Pedro de Macorís, República Dominicana.
Se trataba de Keyli Andrea Pernia Álvarez, de 28 años, de quien sus familiares supieron de ella hasta el 30 de diciembre, hasta los primeros días del 2019 cuando apareció su cuerpo.
Esta semana se conoció por declaraciones de su madre Yoleida Alviarez Trenz, quien dijo al portal El Estimulo, que los asesinos de su hija Keyli Andrea, fueron 2 hombres de nacionalidad venezolana.
Lo más grave de este caso es que la familia conocía a los jóvenes, pues los había contratado para ayudarlos y para que estos realizaran algunos trabajos en un local que poseían en dicho país.
“Los muchachos que mi hija contrató para que ayudaran en el local y a instalar el kiosco fueron quienes la mataron (…) la violaron y me la botaron por ahí. Yo la llamaba y no contestaba, tampoco le llegaban los mensajes. Yo estaba angustiada y como madre uno presiente. Al final llega la noticia de que la habían matado. Su carita estaba desfigurada. Quienes la mataron eran venezolanos, no sé qué le paso a esos muchachos”, indico El Estímulo en su página web.
La víctima era oriunda del estado Táchira y desde hace 5 años había emigrado hacía República Dominicana.
Esta vivía con su madre, la cual relató que su hija debía viajar a los Estados Unidos, pues pronto contraería matrimonio en ese país, su novio un estadounidense adelantaba preparativos de la boda mientras ocurrió el crimen.
La joven emprendedora venezolana estaba impulsando un establecimiento comercial cerca de la playa, allí conoció a dos “compatriotas “ venezolanos a los cuales contrató para que trabajaran en el local.
Se supo que uno de los asesinos ya está detenido, mientras que se realiza la búsqueda del segundo implicado.
La venezolana fue encontrada muerta bajo un puente, fue extrangulada con el cable de un secador de pelo.
Su madre actualmente se encuentra en Venezuela, aseguró que viajara a República Dominicana para traer las cenizas de su hija, luego de haber sido cremada.