En un hospital de la localidad alemana de Oldenburg, un enfermero fue condenado a cadena perpetua, luego de haber asesinado a dos de sus pacientes, y quien realmente pudo haber ocasionado la muerte de decenas de personas en ese hospital.
El hombre, de quien se comenta tiene 39 años, mejor conocido como Niels, admitió que durante sus guardias administraba a los enfermos dosis fatales de fármacos cardíacos, y asegura haberlo hecho con unas 30 personas.
El enfermero explicó que siempre le gustó “salvarle la vida” a sus pacientes, pero había momentos en que se sentía “aburrido”, por lo que intentaba ponerle un poco de acción al hospital y “mejorar sus capacidades médicas”, llevando a los enfermos a un estado crítico, para luego intentar reanimarlos