La Policía de Texas, en Estados Unidos (EEUU), detuvo a una madre identificada como Channel Yonko, por lanzar a su hija de 17 meses desde un tercer piso de un hotel y lo hizo sin saber que una cámara de vigilancia la estaba grabando.
De acuerdo con medios locales, tras el hecho la mujer huyó del lugar, aunque más tarde las autoridades la encontraron vagando por las calles cercanas al hotel.
Mientras que la pequeña de nombre Hannah fue llevada a un centro médico donde la declararon muerta al poco tiempo, además, afirmaron que la bebé tenía tres heridas punzantes.
Según el reporte de la Policía, la mujer le dijo a los funcionarios que su hija “no estaba bien”, pero no dio más detalles porque se negó a cooperar con las autoridades.
Los efectivos de seguridad, encontraron en la habitación donde se alojaba la mujer con la bebé, tarjeta de acceso al dormitorio, un cuchillo, ropa de niños, chucherías y pañales.
Aseguró que estaba poseída por un espíritu: testigo revela detalles de la mujer acusada de asesinar a su bebé en Galveston
Nuevos detalles han surgido sobre Channel Yonko, la mujer que está acusada de asesinato con posibilidad de pena capital por la muerte de su propia bebé de 17 meses durante la tarde del 23 de octubre.
Univision 45 pudo hablar cara a cara con una persona, que por su seguridad no quiso ser identificada, y que reveló que conoció a Yonko días antes de que presuntamente ocasionara la muerte de Hannah y la dejara a lo largo de una carretera, justo al lado de Seawall Boulevard, en el área de Galveston.
Channel necesitaba oración porque «pasaba por un momento difícil»
Andrés (nombre ficticio) relata que el lunes 7 de octubre, entrada la tarde, una mujer entró en el gimnasio de baloncesto de una iglesia bautista en el área de Katy, en Texas.
Andrés hace parte activa de esta congregación religiosa.
El hombre relata que una mujer identificada como Rina estaba buscando con urgencia a un pastor porque necesitaba oraciones para su «hermana», quien estaba pasando por un momento difícil.
Su «hermana» Channel estaba esperando en el auto con su hija, Hannah.
Andrés le comunicó a la mujer que, a esa hora, ya no había ningún pastor disponible. Sin embargo, salió hasta el estacionamiento para poder hablar con Channel y conocer qué estaba pasando o si necesitaba ayuda.
Sin embargo, Channel le reiteró a Andrés que solo quería hablar con un pastor porque necesitaba que alguien de la iglesia rezara por ella.
De inmediato, Andrés llamó a un amigo de la iglesia, habló brevemente con ellos por teléfono y se ofreció a rezar, me preguntaron si me uniría y, por supuesto, acepté, cuenta el hombre.
A pesar de que un miembro de la iglesia iba a dirigir la oración, Channel no aceptó porque esta persona tampoco era un pastor.
Otro miembro de la iglesia, esta vez Pauline (nombre ficticio para proteger su identidad), justó llamó en ese momento a Andrés y él aprovechó para pedirle que llegara a la iglesia a ayudar a Rina y Channel.
Pauline apareció unos minutos más tarde, les habló en voz baja y les invitó a entrar en una de las salas de la iglesia para rezar.
Las mujeres accedieron y llevaron a Hannah en su sillita con ellas.