«¿Por qué no les puse el cinturón de seguridad?». Así, a los gritos y llorando, reaccionó una madre cuando, ebria, chocó su auto y mató a sus dos pequeños de 4 y 10 años que iban sueltos en el asiento.
La familia venía de celebrar el cumpleaños del hijo mayor, una fiesta que terminó de la peor manera posible.
Tragedia en la autopista
La mujer, Mary McCann (35), circulaba en su vehículo junto a sus niños, Smaller (10) y Lilly (4) y uno de 2 años, cuando se desvió de su carril. Y no sólo eso, también conducía a mayor velocidad de la permitida y su límite de alcohol en sangre superaba lo exigido.
Así, ebria, se cruzó de vía en la autopista M1, cerca de Milton Keynes, en el noroeste de Londres, Gran Bretaña, y se estrelló contra la parte trasera del camión, informó The Sun.
La colisión fue brutal. La pequeña Lilly salió despedida del auto familiar y quedó a un lado del camino. El niño quedó en el espacio para los pies entre los asientos trasero y delantero.
El bebé fue trasladado de inmediato al hospital.
Luego del accidente fatal, según el medio, los testigos escucharon a la mujer gritar frenéticamente: «Dios, ¿por qué no les puse el cinturón de seguridad?».
Además, y a pesar de de todas las infracciones que había cometido, la mujer estuvo prófuga durante casi una semana y no se presentó en la corte para enfrentar a la justicia después del funeral de sus hijos.
Ahora, deberá pasar en prisión cuatro años y un mes después de que fuera declarada culpable de dos cargos por causar la muerte por conducción negligente bajo la influencia del alcohol. También se le prohibió conducir durante siete años y dos semanas.
Qué dijo el tribunal
Al dictar la sentencia, el juez Francis Sheridan dijo: «La conducción en este caso fue muy descuidada y bastante peligrosa. No tenía suficientes asientos de seguridad para sus hijos».
Y sumó: «Estaba bajo los efectos del alcohol, iba a exceso de velocidad y se desvió de un carril a otro y chocó con la parte trasera de un camión, conducido por un conductor cuidadoso y trabajador. Es un caso desgarrador tener que condenar a una madre por matar a dos de sus propios hijos porque estaba borracha y conducía tan mal como usted».
“Acepto que llevarás la cruz de lo que hiciste por el resto de tu vida, ese es el resultado inevitable de este tipo de ofensas. No hay castigo que pueda estar a la altura de la pérdida de la vida de los dos niños. Es vergonzoso que usted, como madre, pueda conducir un automóvil con tres niños pequeños mientras excede el límite de alcohol», concluyó.
El accidente perturbó a todo el entorno de la familia. “Ella deberá luchar para arreglárselas sin sus hijos. Ellos eran su mundo. Ella vivía para ellos. Es lo peor que me ha pasado nunca. No podemos creer que se hayan ido. No sabemos qué pasó, pero conmocionó a todos. Es horrible. No podemos dejar de llorar. Era una buena madre, nunca lo superará», le dijo una vecina a The Sun.
por Clarín
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