El caso de un hombre transgénero que cumplía condena por violación en una cárcel de mujeres ha levantado polémica en el Reino Unido, después de que medios británicos hayan revelado que el reo cometió presuntamente diversas agresiones sexuales contra reclusas del centro.
Karen White, de 52 años, cuyo nombre de nacimiento es Stephen Wood, alegó en 2016, durante el juicio por varias violaciones y delitos sexuales contra mujeres, que su identidad de género es femenina, a pesar de que no se ha sometido a una operación de cambio de sexo y mantiene genitales masculinos.
White ingresó en la prisión de mujeres New Hall (norte de Inglaterra), donde supuestamente cometió cuatro agresiones sexuales contra reclusas, dos de las cuales ha admitido ante un juez.
Tras los ataques, las autoridades británicas le trasladaron a una cárcel para hombres en Leeds, a pocos kilómetros del centro femenino.
La directora de la organización británica Howard League para la Reforma Penal, Frances Crook, afirmó al diario “The Guardian” que mujeres vulnerables están siendo puestas en riesgo por la política penitenciaria del país.
“Este es un debate muy tóxico, pero creo que las prisiones se han visto influenciadas por algunos puntos de vista extremos y obligadas a tomar algunas decisiones que han dañado a mujeres y han puesto a los trabajadores en una posición extremadamente difícil”, afirmó Crook.
Según la cadena pública BBC, hay unos 125 presos transgénero en cárceles británicas, de los cuales 60 están condenados por delitos sexuales, y cerca de 25 están en prisiones para mujeres.
Un portavoz del servicio penitenciario británico señaló a la BBC que las autoridades velan por tratar “a todos los prisioneros, incluidos aquellos que son transgénero, de manera proporcionada y acorde con la ley”.
La fuente subrayó que “la seguridad de todos los internos” es, con todo, su “absoluta prioridad”, reseñó EFE