La heredera del imperio licorero Seagram’s, Clare Bronfman, se declaró culpable este viernes en un tribunal del distrito neoyorquino de Brooklyn (EE.UU.) por el caso de la secta sexual Nxivm.
Bronfman, considerada la directora de operaciones de la organización, es una de las destacadas personalidades que formaban parte de Nxivm, junto con su fundador, Keith Raniere, y la actriz Allison Mack, de la serie de televisión “Smallville”.
Además de Bronfman, de 40 años, también se esperaba que se declarara culpable hoy otro de los miembros del grupo, Kathy Russell, apuntaron medios locales.
Aun no se conocen detalles de qué cargos exactamente admitió, pero su decisión significa que Raniere es el único de los acusados que podría acabar enfrentándose a un juicio, ya que varios de sus seguidores, entre ellas Mack, han tomado la misma decisión que Bronfman en las últimas semanas.
La fiscalía acusa a estos miembros de la cúpula directiva de Nxivm se una serie de crímenes, entre ellos conspirar para cometer un robo de identidad, blanquear dinero, tráfico sexual, extorsión y posesión de pornografía infantil.
En abril de 2018, Raniere fue detenido tras ser acusado formalmente en un tribunal de Nueva York de tráfico sexual, de conspirar para tráfico sexual y para obligar a trabajo forzoso, por los que enfrenta un mínimo de quince años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
En 1998, este supuesto gurú de la motivación personal, ahora de 57 años y que fue arrestado en México el pasado 27 de marzo, creó la organización Programas Ejecutivos de Éxito, a través de la cual impartía talleres de cinco días por los que cobraba hasta 5.000 dólares.
Años más tarde fundó Nxivm, la secta que estableció al norte de la ciudad de Nueva York y donde obligaba a los asistentes a tomar clases adicionales a mayor precio y a traer a otras personas para “ascender” dentro de los rangos internos de la organización y así obtener privilegios.
La historia tomó un giro aún más oscuro cuando en el año 2015, Raniere formó una sociedad secreta dentro de Nxivm llamada “DOS”, “para empoderar a las mujeres y erradicar las debilidades del programa de estudios”.
Estas mujeres se convertían finalmente en sus esclavas sexuales, siendo forzadas a realizar tareas domésticas y marcadas a fuego como ganado en sus zonas pélvicas con las iniciales del líder, ceremonia que era grabada y en la que todas tenían que estar desnudas.
Las mujeres tenían que estar disponibles para él día y noche.
Además, las víctimas eran extorsionadas con información comprometedora sobre amigos y familiares, fotografías de desnudos y derechos sobre las pertenencias que ellas mismas aportaban. Por eso muchas tenían temor de dejar el lugar o no obedecer, según la acusación.
Raniere ha negado todos los cargos presentados contra él, y su abogado, Marc Agnifilo, ha informado de que piensan ir a juicio, y se mostró aliviado que tanto Bronfman como Russell no vayan a pasar por el proceso judicial, ya que no cree que “se las debía haber acusado”.