El balance del naufragio el jueves del ferri “MV Nyerere” en el lago Victoria, en Tanzania, seguía aumentando y superó los 170 muertos este sábado, cuando, ante la sorpresa general, los rescatistas hallaron a un superviviente entre los restos de la embarcación.
Las operaciones de rescate, interrumpidas durante la noche, “se reanudaron temprano en la mañana” alrededor del casco del barco, que aún sobresalía del agua a apenas unas decenas de metros de la isla de Ukara, destino final del ferri, anunció la televisión pública TBC One.
El “MV Nyerere”, sobrecargado de pasajeros y mercancías, naufragó la tarde del jueves.
“Lamentamos ahora más de 170 muertos”, declaró a la AFP Joseph Mkundi, diputado de la circunscripción de Ukerewe, de la que depende la isla de Ukara.
Testigos y supervivientes dieron dos versiones diferentes de la catástrofe, pero parece evidente que la sobrecarga de la nave es una causa, pues el número de víctimas –más de 170– y el de rescatados –41– sobrepasa de largo la capacidad del ferri, de alrededor de 100 pasajeros.
Según algunas personas, varios pasajeros se desplazaron hacia la proa al acercarse al muelle, un movimiento que parece que desequilibró la embarcación. Según otras, el capitán, distraído con su celular, no realizó bien la maniobra de acercamiento al embarcadero y, al intentar solucionarlo, realizó una maniobra brutal que hizo naufragar el ferri.
El sábado se recuperaron una quincena de cadáveres y la esperanza de hallar nuevos supervivientes ya es casi nula.
En otros naufragios ocurridos en la región de los Grandes Lagos en el pasado se responsabilizó a embarcaciones sobrecargadas, y los elevados balances de muertos al hecho de que la mayoría de los pasajeros no sabían nadar.
No obstante, a media jornada de este sábado, contra todo lo esperado, se rescató vivo entre los restos del ferri a su ingeniero, tras pasar casi dos días en un compartimento aún lleno de aire, indicó el diputado Mkundi. Fue trasladado inmediatamente a un centro de salud.
– “Negligencia” –
El presidente tanzano, John Magufuli, quien habló de una “negligencia”, ordenó la noche del viernes “la detención de todas las personas implicadas en la gestión del ferri”. “Los responsables serán absolutamente castigados”, prometió.
El ferri “MV Nyerere” realizaba el trayecto entre la isla de Ukara y la de Ukerewe, justo enfrente y donde se encuentra la localidad de Bugolora, a la que suelen acudir los habitantes de Ukara a por provisiones.
Las banderas estaban a media asta este sábado por todo Tanzania, después de que el presidente declarara el viernes un luto nacional de cuatro días para rendir homenaje a las víctimas de la catástrofe.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, presentó sus condolencias “a las familias de las víctimas, al gobierno y al pueblo de la república unida de Tanzania”.
Entre la población del país, la tristeza iba dejando paso a un enfado y una indignación que las promesas de medidas del presidente Magufuli no lograban calmar. Pues, además de que la navegación es difícil en el mayor lago de África, y a menudo se hace en vetustos navíos, las autoridades suelen prestar poca atención a la seguridad.
“El primer día, cuando aún había esperanza de encontrar supervivientes, las operaciones de rescate se suspendieron por la noche debido a la oscuridad, ya que nuestros servicios marítimos de rescate no están equipados para trabajar de noche“, dijo con indignación Felician Tarimo, un joven estudiante de Moshi (norte).
“Como si nuestros gobernantes esperaran que los accidentes ocurran solo durante el día”, ironizó.
En 1996, unas 800 personas, según la Cruz Roja, murieron en el naufragio del ferri Bukoba, sobrecargado de pasajeros, a unas cuantas millas marinas de las costas de Mwanza.