Más presión de las autoridades de Estados Unidos sobre Google. Los fiscales generales de 38 estados y territorios presentaron este jueves una demanda por prácticas anticompetencia contra el gigante tecnológico, que enfrenta ya otros dos procesos de autoridades por motivos similares.
Estas últimas acusaciones, sin embargo, van incluso más lejos que las presentadas por el Departamento de Justicia contra la compañía en octubre.
«Las acciones anticompetencia de Google protegieron sus monopolios en las búsquedas genéricas y excluyeron a rivales, privando a los consumidores de los beneficios de las elecciones competitivas, coartando la innovación y minando nuevas entradas o expansiones», afirmó el fiscal general de Colorado, Phil Weiser.
La demanda llega un día después de que un grupo de estados liderados por Texas presentara otra acción por separado y solicita ser considerada también en el caso federal contra Google.
Para Google, la denuncia carece de fundamento.
El motor de búsqueda «está concebido para ofrecer los resultados más pertinentes», proponiendo incluso vínculos directos con, por ejemplo, las compañías aéreas o los comerciantes, asegura el grupo en su blog.
Si los usuarios están insatisfechos, «tienen numerosas alternativas, como Amazon, Expedia, Tripadvisor y muchas otras con solamente un clic».
«Es importante que las grandes empresas sean controladas» pero los cambios exigidos por la demanda «privarían a los estadounidenses de informaciones útiles y perjudicarían la capacidad de las empresas de conectarse directamente con los clientes», agregó.
– Asalto simultáneo –
El fiscal general de Nebraska, el general Doug Peterson, calificó de histórico el asedio antimonopolio contra la compañía, subrayando que estas demandas combinadas representan la mayor alianza desde la acción contra Microsoft de hace décadas.
«Esto es realmente histórico», valoró Peterson.
Los fiscales acusan a Google de haber realizado acuerdos para cerrar competidores y bloquear rivales al instalar sus motores de búsqueda y publicidad en altavoces inteligentes, autos, teléfonos inteligentes y más dispositivos.
«Estamos en un tiempo nuevo, una nueva era y es muy importante que nosotros en el campo de la aplicación de la ley y la competencia continuemos muy comprometidos con que la industria de la tecnología siga avanzando», añadió Peterson.
Este miércoles, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, ya había anunciado que interpuso, junto a varios otros estados, una demanda contra Google por prácticas monopólicas en el manejo de la publicidad, mencionando incluso un acuerdo con su rival Facebook.
La acción legal acusaba al gigante de internet de «comportamiento monopolista», «prácticas de exclusión» y «declaraciones engañosas», dijo Paxton en Twitter en un video precedido por el mensaje: «Este ‘Goliat’ de internet ha utilizado su poder para manipular el mercado, destruir la competencia y perjudicarlo a USTED, el consumidor».
Varias plataformas digitales, entre ellas Amazon, TripAdvisor y Yelp, se quejan de que Google prioriza sus propias ofertas en los resultados de búsqueda.
Yelp declaró este jueves su satisfacción por esa nueva demanda, y espera que represente «el retorno a una Internet más viva y más abierta».
Según estimaciones de la empresa eMarketer, Google gana cada vez más dinero con la publicidad en Estados Unidos, pero su participación en el mercado global de la publicidad en línea pasó de 32,8% en 2018 a 29,8% este año.
El software del gigante de las búsquedas no solo rastrea internet e indexa todo lo que encuentra, sino que determina qué resultados mostrar ante las consultas y qué anuncios exhibir.
La compañía basada en el California también realiza subastas para los anuncios que compiten por aparecer.
El modelo de negocio de larga duración de Google -que combina un motor de búsqueda gratuito además de servicios también sin coste como el correo electrónico o YouTube, junto con la publicidad de pago- está siendo sometido a examen en una acción legal clave lanzada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Washington acusó a Google en octubre de mantener un «monopolio ilegal» sobre la investigación y la publicidad en línea en una potente acción a la que más tarde se han sumado nuevas partes.
Mayor proceso antimonopolio en décadas en Estados Unidos, la demanda podría abrir la puerta una potencial ruptura del gigante de Silicon Valley.