El Gobierno sirio de Bachar al Asad exigió este sábado en Naciones Unidas la salida inmediata de las tropas estadounidenses y turcas de su territorio y advirtió que está listo para actuar si eso no ocurre.
«Si se niegan, tenemos derecho a tomar cualquier medida de respuesta autorizada por la legislación internacional», avisó el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, ante la Asamblea General de la ONU.
El representante de Damasco respondió además al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que el martes defendió desde el mismo podio su idea de crear una «zona segura» en territorio sirio para asentar a dos millones de refugiados y sobre la que está en negociaciones con Estados Unidos.
Al Mualem recordó que Turquía y EE.UU. mantienen «una presencia militar ilegal» en el norte de Siria y denunció su «arrogancia» por discutir abiertamente la creación de esa «zona segura» como si estuviese en su propio territorio.
«Cualquier acuerdo sobre cualquier parte de Siria sin el consentimiento del Gobierno sirio está condenado y rechazado», señaló.
Al Mualem reiteró además que las autoridades del país están «determinadas a continuar su guerra contra el terrorismo en todas sus formas, hasta acabar con los últimos terroristas».
«Además, tomaremos todas las medidas necesarias para evitar un resurgimiento», añadió, pidiendo el respaldo de la comunidad internacional para acabar con esta «pesadilla».
Sobre de la provincia de Idlib, el último gran bastión rebelde, el ministro de Exteriores aseguró que la zona da cobijo a «la mayor reunión de terroristas extranjeros del mundo» y que está controlada en un 90 % por el Frente al Nusra, antigua filial de Al Qaeda.
«El régimen turco está ahora apresurándose, con el apoyo de algunos países occidentales, para proteger al Frente al Nusra y otros grupos terroristas como han hecho antes», denunció.
Idlib está cubierto por un acuerdo de cese de las hostilidades negociado entre Turquía y Rusia, el gran aliado de Damasco, pero los combates no se han detenido durante los últimos meses.