El Gobierno español avanzó este jueves que volvería a decretar el estado de alarma si los 73 rebrotes que actualmente se encuentran activos en el país alcanzaran una situación preocupante, aunque por el momento se encuentran «controlados» y la medida no parece ser necesaria.
De los rebrotes activos, los que más preocupan al ejecutivo son los de la provincia catalana de Lleida (noreste) y el de la gallega de Lugo (noroeste), que siguen creciendo exponencialmente y continuarían haciéndolo en los próximos días, según las estimaciones sanitarias.
Aunque en este momento «no hay ninguna previsión» de volver a decretar el estado de alarma y el confinamiento, porque «los datos no indican que haya previsión de hacer esto», señaló el ministro de Sanidad español, Salvador Illa, sí recalcó que es una opción que no puede ser descartada y que no se puede «bajar la guardia».
La portavoz del Gobierno español, María Jesús Montero, aseguró que si el Ejecutivo considerase que es necesario volver a decretar el estado de alarma, no cabría «ninguna duda» de que «así lo propondría al Congreso de los Diputados, como lo ha hecho en el periodo previo».
Montero también admitió que no se pueden descartar «consecuencias de contagios superiores» y pidió a la ciudadanía estar «atentos» y seguir en todo momento las recomendaciones sanitarias.
Por su parte, Illa reconoció que el Gobierno está preocupado por los 73 brotes activos, principalmente los registrados en la región catalana de Lleida (noreste de España) y el de la provincia gallega de Lugo (noroeste), aunque los últimos datos señalarían «una cierta estabilización».
Ambos ministros hablaron en sendas declaraciones a cadenas de televisión.
Líneas de actuación
En cuanto a líneas de actuación ante los rebrotes, Cataluña ya anunció que la mascarilla sería obligatoria tanto al aire libre como en interiores, aunque se pueda mantener la distancia de seguridad de metro y medio, a partir de este jueves 9 de julio.
La provincia catalana de Lleida ya comenzó a trasladar a pacientes sin coronavirus a otros hospitales de la región, con el objetivo de dejar disponibles las camas en el caso de que la situación sanitaria se agravase.
También puso en marcha un hospital de campaña y realizó un llamamiento nacional en busca de personal sanitario con experiencia en cuidados intensivos ante la falta de especialistas.
En total, hay cerca de 300.000 personas confinadas en dos comarcas de las regiones de Galicia y Cataluña por los dos brotes más serios detectados hasta ahora desde el final del estado de alarma. EFE