El presidente español, Pedro Sánchez, presentó este martes una serie de medidas para lo que será el plan de transición hacia una nueva normalidad, tras intentar salir de la cuarentena por el covid-19 que se desarrollará en cuatro fases diferenciadas.
El Gobierno, que admite que no hay un calendario cerrado para la desescalada, estima que cada una de las fases tendrá una duración aproximada de dos semanas, coincidiendo con el periodo medio de incubación del virus. Sánchez ha insistido en que, en cualquier caso, no se tratará de una transición homogénea: cada zona de España tendrá su propio ritmo en el avance por las fases de la desescalada, en virtud de sus particularidades y riesgos concretos.
«Será una desescalada, por lo tanto, asimétrica, con distintas velocidades según el territorio», subrayó el presidente.
Sánchez se ha referido a la fase 0 como el momento actual, correspondiente al periodo de «preparación de la desescalada», que ya habría comenzado en realidad, aunque ha marcado su inicio oficial para todos los territorios el próximo lunes 4 de mayo.
«El lunes 11 de mayo, todas las provincias que cumplan los requisitos pasarán directamente a la fase 1, y quincenalmente Sanidad evaluará los marcadores», especificó.
En la fase 1 se permitirá «el inicio parcial del pequeño comercio bajo estrictas medidas de seguridad», con la excepción de «los grandes centros comerciales, donde pueden producirse grandes aglomeraciones». «La apertura de hoteles y alojamientos turísticos» también se contemplaría en este tramo de la desescalada «excluyendo zonas comunes» de este tipo de establecimientos. «En el transporte público, el uso de la mascarilla estará altamente recomendado» durante esta fase.
Con información de RT.