Teléfonos celulares del presidente brasileño Jair Bolsonaro fueron blanco de tentativas de incursión de piratas informáticos acusados de haber hackeado a varios miembros del gobierno, informó el jueves el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
La agencia AFP reseñó que el ministerio fue «informado por la Policía federal de que teléfonos celulares usados por el presidente de la República, Jair Bolsonaro, fueron blanco de ataques de hackers detenidos el martes», indicó esa cartera en un comunicado.
El informe no deja claro si los piratas informáticos consiguieron ingresar en los dispositivos del jefe de Estado.
Bolsonaro dijo que esa eventualidad no le preocupaba.
«Siempre tuve cuidado con las informaciones estratégicas. Esas no se comunican por teléfono. Entonces no me preocupa lo más mínimo la eventualidad de que algo se hubiese filtrado de mi teléfono. No encontrarán nada que me comprometa», dijo Bolsonaro a periodistas en Manaos, en el norte del país.
Cuatro personas fueron detenidas el martes en el estado de Sao Paulo, acusadas de participar en ataques a teléfonos de autoridades políticas y judiciales, incluyendo el ministro de Justicia, Sergio Moro, y los fiscales implicados en la investigación anticorrupción Lava Jato.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, figura igualmente entre las víctimas de los ataques informáticos.
Moro felicitó a los agentes que realizaron la operación y dijo que los detenidos son «la fuente de confianza de quienes divulgaron supuestos mensajes obtenidos criminalmente», en referencia a los diálogos de Telegram que el portal informativo Tha Intercept Brasil publica desde junio.
El portal, cofundado por el periodista estadounidense Glenn Greenwald, no reveló la identidad de su fuente ni la manera en que los teléfonos fueron hackeados.
«La tentativa de vincular a supuestos hackers a nuestro trabajo es uno más de los numerosos ataques [sufridos] desde que empezamos a publicar» los diálogos, indicó una nota de The Intercept Brasil.
Esos diálogos pusieron a la defensiva a Moro, quien fue el principal juez de la operación Lava Jato, que desde 2014 llevó a la cárcel a decenas de prominentes políticos y empresarios.
Los mensajes fueron presentados por el portal como una prueba de colusión de instancias judiciales para impedir que el Partido de los Trabajadores (PT) del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva ganase los comicios presidenciales de 2018, en los que resultó elegido Bolsonaro.